Muchas veces desde el día en que me convertí en discípulo de la Christian Science, los testimonios de otras personas que han sido curadas por medio de esta religión me han dado mucho aliento, y espero que este testimonio mío sea de beneficio a otras personas.
Hasta el momento de mi primera curación, yo no había oído hablar de la Christian Science, pero un amigo mío que se había sanado en la Christian Science, de la misma enfermedad que yo padecía, me aconsejó que fuese a ver a una practicista. En la primera entrevista que tuve con la practicista, persona que jamás había visto antes, fuí instantáneamente sanado de la fiebre malaria, de la que había padecido durante muchos años. Esta curación tuvo lugar hace unos veinticuatro años y jamás he vuelto a sufrir de esa enfermedad.
Después de esta curación, que me pareció realmente maravillosa, conseguí un ejemplar de la obra "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras" de Mary Baker Eddy, y me convertí en un estudiante asiduo de esta Ciencia portentosa. Al poco tiempo me hice miembro de La Iglesia Madre y de una de sus ramas. Por muchos años he gozado de pruebas prodigiosas del amor de Dios, en las varias curaciones que he tenido, y en Su protección y sabia dirección.
Una curación muy sobresaliente tuvo lugar hace unos tres años, cuando sufrí un quebrantamiento general de salud. Decidí no recurrir ni a diagnósticos médicos ni a remedios materiales, sino poner mi entera confianza en la Christian Science y en el trabajo de una practicista. Ningún miembro de mi familia era Científico Cristiano y cuando mi condición se presentaba sumamente grave, haciendo que mis amigos insistiesen en que mi familia llamase a un médico, consultaron conmigo al respecto. Yo me negué rotundamente, y cuando mis familiares consultaron a la practicista, ella les hizo ver que de estar ellos en mi posición, mas utilizando los servicios de un médico, yo, como Científico Cristiano, no les exigiría que aceptasen la Christian Science. Les indicó que era mi deseo confiar absolutamente en el poder de Dios y que estaba segura que ellos también podían confiar en El, con lo que mis familiares se pusieron de acuerdo y cooperaron con la practicista de una manera muy bondadosa. Por esta manifestación de su cariño me siento muy agradecido.
La curación no se efectuó inmediatamente. Se trabajó con mucha constancia durante varias semanas para destruir los síntomas de la enfermedad, así como el temor de las personas que me rodeaban. Pero cuando pude alcanzar una comprensión de Dios como Mente infinita y eterna, como Vida siempre presente, entonces fuí sanado.
Mis ocupaciones me obligan a caminar mucho, y estoy humildemente agradecido de poder estar activo todo el día, y de poder probar que aun a los ochenta años de edad tengo muchas oportunidades para ser útil. También quisiera expresar mi gratitud por poder tomar parte en algunos trabajos en la rama de La Iglesia Madre de que soy miembro. Cada día le doy gracias a Dios por Cristo Jesús y por Mary Baker Eddy; por haber podido tomar un curso de instrucción en una clase autorizada de la Christian Science y por el trabajo consagrado de los practicistas.
Little Rock, Arkansas, E.U.A.