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"El dar ... no nos empobrece"

Del número de abril de 1948 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En ese bien querido librito titulado "La cosa más grande en el mundo", su autor, Henry Drummond, dice lo siguiente: "La lección más evidente de las enseñanzas de Jesucristo es que no existe felicidad en poseer u obtener cosa alguna, sino en dar solamente. ... La mayor parte del mundo persigue la felicidad por una pista falsa. Cree que ella consiste en poseer u obtener algo, y en ser servidos por alguien, cuando más bien consiste en dar y en servir a los demás." En otra parte del mismo librito el autor dice: "Alguien ha dicho: 'La cosa más grande que pueda hacer un hombre por su Padre Celestial, es ser bondadoso para con sus semejantes.' ¿Por qué será que no somos más bondadosos? ¡Cuánta falta hace en el mundo! ¡Cuán fácil resulta el serlo! ¡Qué inmediatos son los resultados! ¡Con qué abundancia se retribuye a sí mismo—por que como el Amor, no hay en el mundo deudor tan honorable—tan soberbiamente honorable."

Pocos negarán que el dar es un acto muy agradable. El mismo materialista siente una gran satisfacción al dar. Sin embargo no todos los que dan lo hacen de una manera del todo abnegada. Muchos se contentan con dar a los necesitados siempre que se sientan seguros de que les quedará bastante para ellos mismos. El que tiene sus despensas bien llenas dice: "La caridad empieza por casa. Debemos estar seguros de que nosotros tenemos todo lo que necesitamos antes de tenerle lástima a los demás." Está bien dicho que la caridad empieza por casa, tal como la luz solar origina en el sol, ¡pero ahí no para!

Mary Baker Eddy, la apacible Guía del movimiento de la Christian Science, compara la acción ilimitada del Amor divino con la luz del sol, en las siguientes palabras (Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, pág. 516): "La luz del sol destella desde la cúpula de la iglesia, penetra en la celda de la prisión, se desliza en el aposento del enfermo, ilumina la flor, embellece el paisaje, bendice la tierra." Y el calor del sol no disminuye por efecto de esta acción.

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