Un artículo publicado en el Christian Science Sentinel contenía la siguiente declaración respecto al poder curativo de la Christian Science: "En todas partes hay personas que están tratando de resolver problemas similares a aquellos sobre los cuales nosotros habremos alcanzado la victoria." Yo no había pesado de la curación a la manera de la Christian Science hasta que estas palabras me llamaron la atención. Ahora me doy cuenta de que una curación en la Christian Science es una bendición, no solamente para quien la experimenta sino para todos.
La primera curación que yo tuve en la Christian Science fué de nostalgia, y aconteció hace ya varios años. Desde entonces el poder curativo de la Verdad me ha sanado de muchos males físicos, entre ellos, resfríos, fiebres, inflamaciones, falsos apetitos y una embolia ocasionada por un accidente. Un médico había informado a miembros de mi familia que la embolia resultaría fatal, pero con la cariñosa ayuda de un practicista de la Christian Science, el error fué destruído y no tardé en volver a un perfecto estado de salud.
Estoy muy agradecido por todas las curaciones que he recibido mediante la aplicación de la Christian Science, pero creo que la que me ha causado la alegría más grande ha sido la curación del hábito del tabaco. Esta curación se verificó poco después de que comprendí que el uso del tabaco no está de acuerdo con las enseñanzas de la Christian Science. La declaración hecha por Mrs. Eddy, en las páginas 404 y 405 de nuestro libro de texto, Ciencia y Salud, me mostró claramente que no existe placer real en los falsos apetitos. Aferrándome tenazmente a las verdades anunciadas por nuestra Guía versando sobre este tema, me libré del hábito de fumar, que me tuvo en cautiverio por muchos años.
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