Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

La escuela dominical

Las "primeras lecciones"

Del número de abril de 1948 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


En la sección tercera del artículo XX del Manual de La Iglesia Madre, bajo un encabezamiento que dice: "El tema de las lecciones", nuestra Guía define específicamente las "primeras lecciones" y las "lecciones siguientes". "Las primeras lecciones de los niños", según este Manual, "deben ser los diez mandamientos (Exodo, 20:3-17), el padrenuestro (Mateo, 6:9-13) y su interpretación espiritual, dada por Mary Baker Eddy, y el sermón del monte (Mateo, 5:3-12)." Estas lecciones son fundamentales. Forman la base de todas las enseñanzas de la Christian Science y por lo tanto resultan tan indispensables para el Científico Cristiano como lo es la tabla de multiplicar para el matemático.

A veces el maestro de la escuela dominical se preocupa porque los alumnos no siempre recuerdan estas "primeras lecciones", después de haberlas aprendido. Conviene entonces considerar que es lo que motiva el que en algunos casos se olviden estas lecciones tan importantes. El maestro podrá hacerse la siguiente pregunta: ¿Por qué será que los niños se acuerdan de la tabla de multiplicar, que aprenden en los primeros estudios de la aritmética? ¿No será porque se les ofrecen ejemplos para demostrarles como es que se aplica la tabla de multiplicar, para que luego ellos la apliquen en los problemas que se les dan? De igual manera, al enseñarles las "primeras lecciones", se les debieran relatar muchos cuentos bíblicos, que les sirvan de ejemplo de la manera en que cada ley presentada por medio de los mandamientos y las bienaventuranzas puede ser aplicada en los asuntos humanos. Así es como aprenden a aplicar la ley divina a sus propios problemas de tal manera que viene a formar la misma base de sus pensamientos, y jamás se les olvida.

Al enseñarse el Principio divino de las "primeras lecciones", según se dilucida en el libro de texto de la Christian Science, "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras", de Mary Baker Eddy, no sólo se pueden relatar cuentos de los personajes bíblicos, sino también las parábolas, profecías, salmos y demás partes de las Escrituras. De esta manera los niños son enseñados las Escrituras, tal como el Manual lo requiere (Artículo XX, Sección 2), y el maestro cumple con aquella disposición de la sección tercera que trata del "Tema de las lecciones", la que exige que las "instrucciones impartidas a los niños por los maestros no han de apartarse de las enseñanzas absolutas de la Christian Science, contenidas en su libro de texto."

Entre las "primeras lecciones" puede incluirse cualquier materia que trate de la Christian Science, que esté al alcance de los niños. Temas tales como la Iglesia Científica de Cristo, su Fundadora, su gobierno, sus actividades, su misión sanadora y salvadora, todos estos tienen su justo lugar entre las lecciones. De vez en cuando se les debiera alentar a los niños para que relaten sus propias curaciones, ya que estas son los frutos del Principio divino que se les enseña.

A veces surge la pregunta: ¿Se debiera enseñar los mandamientos y las bienaventuranzas en el orden en que aparecen en la Biblia, y debieran los niños aprender los mandamientos antes de empezar el estudio de las bienaventuranzas? Aunque es de suponer que los niños aprenderán los mandamientos y las bienaventuranzas en el orden en que aparecen, no es necesario seguir ningún plan fijo; tampoco es imprescindible que aprendan de memoria todos los mandamientos antes de comenzar el estudio de las bienaventuranzas. Lo más importante de todo es el significado espiritual de las lecciones, y el maestro puede elegir para su tema la lección que considere la más oportuna.

De vez en cuando algún maestro nos hace la siguiente pregunta: "¿Será necesario que a los niños más pequeños se les exija que aprendan en su totalidad los mandamientos más largos? Algunos niños, especialmente los que viven con personas mayores que les pueden ayudar, aprenden los mandamientos cuando aún son muy pequeños; pero por lo general los aprenderán naturalmente y poco a poco, según se les vaya explicando su significado espiritual.

En todos los casos resulta de provecho asignarles a los niños deberes para que los hagan en casa. A los niños que vienen a la escuela dominical ya con la idea de hablar sobre algún cuento de la Biblia que sus padres les hayan leído con anterioridad, generalmente se les encuentra listos a tomar parte en los ejercicios tan pronto como empiece la sesión, y no es probable que se pongan demasiado inquietos.

Otra pregunta que a menudo surge es la siguiente: "¿Será verdad que los niños más pequeños realmente aprenden a aplicar estas 'primeras lecciones'?" Para una pequeña criatura le es tan natural aceptar la verdad espiritual de una manera práctica como lo es para la flor crecer a la luz del sol. Por supuesto que a los niños más pequeños se les debe enseñar el significado más sencillo de las lecciones, pero muy pronto se dan cuenta de que los mandamientos, las bienaventuranzas y el padrenuestro constituyen la provisión bondadosa de Dios para su bienestar y felicidad. Llegan a apreciar las lecciones que aprenden en la escuela dominical y a considerarlas como un tesoro que les puede ayudar en cualquier circunstancia.

Alimentados con "la leche espiritual pura", los niños aprenden el significado del primer artículo de fe de la Christian Science (Ciencia y Salud, pág. 497), que dice: "Como adherentes de la Verdad, tomamos la Palabra inspirada de la Biblia como nuestra guía suficiente para la Vida eterna."

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / abril de 1948

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.