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La Christian Science me fué presentada en momentos en que me encontraba...

Del número de abril de 1948 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


La Christian Science me fué presentada en momentos en que me encontraba muy mal, tanto mental como físicamente. Durante muchos años yo había estado sufriendo de una neuritis facial, no pudiendo ni hablar ni comer sin sufrir dolores muy agudos. Traté de encontrar alivio, consultando a varios médicos, dentistas, masagistas y un quiropráctico, pero todo fué inútil y por fin fuí obligado a dejar el trabajo y dirigirme al campo en busca de un descanso completo.

Mientras estaba de visita con unos amigos, y en un momento muy oportuno, se me prestó un ejemplar de "Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras", por Mary Baker Eddy. En seguida me puse a leer el capítulo titulado "La Oración", lectura que despertó en mí deseos de conocer algo más de esta Ciencia. El siguiente pasaje, en particular, me había causado mucha impresión: "Daos cuenta, aunque no sea más que por un solo mento, de que la Vida y la inteligencia son puramente espirituales,—que no están en la materia ni proceden de ella,—y el cuerpo entonces no proferirá ninguna queja. Si estáis sufriendo de una creencia en la enfermedad, os encontraréis bien repentinamente" (pág. 14).

También quedé impresionado con la interpretación espiritual del padrenuestro (ib., págs. 16, 17), la que revela el verdadero significado de lo que Cristo Jesús les enseñó a sus discípulos. Al día siguiente, le pedí ayuda a un practicista, y fuí aliviado mental y físicamente. Desde ese momento me dediqué al estudio de la Christian Science, y a los pocos meses quedé completamente sanado.

Desde aquel entonces me he sanado de una hernia, de abscesos, y de un brazo dislocado. La hernia persistió durante cuatro años, cediendo al poder del Amor divino sólo cuando logré vencer un resentimiento que había abrigado hacia ciertas personas que yo juzgaba responsables por el mal que sufría.

La Christian Science ha traído a nuestro hogar felicidad, protección y muchas otras bendiciones, y nuestros hijos jamás han conocido remedios materiales de ninguna clase. A la edad de cuatro años, uno de ellos se lastimó gravemente la mano, al quedársele presa en la puerta de un automovil. Se le dió tratamiento a la manera de la Christian Science y al día siguiente, cuando le quitamos el vendaje, la mano estaba completamente sana.

Las curaciones físicas que he experimentado no han sido más que la exteriorización de los aun más preciosos dones espirituales que he recibido a medida que he alcanzado un mejor entendimiento de la Vida. Mrs. Eddy dice: "El entendimiento espiritual revela la Mente,—la Vida, la Verdad y el Amor,—y demuestra el sentido divino, dando la prueba espiritual del universo en la Christian Science" (ib., pág. 505).

Quisiera expresar mi más profunda gratitud a Dios, a Cristo Jesús, el Mostrador del camino, y a nuestra amada Guía, Mary Baker Eddy. También estoy muy agradecido por la literatura de la Christian Science, por haberme sido posible tomar un curso de instrucción en una clase autorizada de la Christian Science, y por ser miembro de La Iglesia Madre y de una de sus ramas.

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