Cuando nos sentimos inspirados a llevar a cabo algún proyecto legítimo suelen surgir las preguntas: “¿De dónde viene el dinero? ¿Pueden obtenerse los materiales? ¿Tengo fuerzas para realizarlo?” Toda actividad que sea lícita trae consigo su propia provisión de lo que necesite cuando la confiamos a Dios.
Cristo Jesús entendía que la abundancia está siempre presente. En el desierto alimentó a una multitud multiplicando los panes y los peces. A uno de sus discípulos lo mandó a que sacara de la boca de un pescado el dinero que necesitaban. Hoy la Christian Science está restaurando la práctica del Cristianismo primitivo mediante la utilización de medios espirituales para curar enfermos, regenerar el carácter y para responder a toda necesidad humana de cualquier especie.
En la página 264 de “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Christian Science, escribe: “A medida que los mortales alcancen conceptos más correctos de Dios y del hombre, innumerables objetos de la creación, que antes eran invisibles, se harán visibles. Cuando comprendamos que la Vida es Espíritu, nunca en la materia ni de la materia, este entendimiento se desarrollará hasta llegar a su propia plenitud, encontrándolo todo en Dios, el bien, sin necesitar ninguna otra consciencia.”
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