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Nuestra abundancia presente

Del número de julio de 1953 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

The Christian Science Monitor


Cuando nos sentimos inspirados a llevar a cabo algún proyecto legítimo suelen surgir las preguntas: “¿De dónde viene el dinero? ¿Pueden obtenerse los materiales? ¿Tengo fuerzas para realizarlo?” Toda actividad que sea lícita trae consigo su propia provisión de lo que necesite cuando la confiamos a Dios.

Cristo Jesús entendía que la abundancia está siempre presente. En el desierto alimentó a una multitud multiplicando los panes y los peces. A uno de sus discípulos lo mandó a que sacara de la boca de un pescado el dinero que necesitaban. Hoy la Christian Science está restaurando la práctica del Cristianismo primitivo mediante la utilización de medios espirituales para curar enfermos, regenerar el carácter y para responder a toda necesidad humana de cualquier especie.

En la página 264 de “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Christian Science, escribe: “A medida que los mortales alcancen conceptos más correctos de Dios y del hombre, innumerables objetos de la creación, que antes eran invisibles, se harán visibles. Cuando comprendamos que la Vida es Espíritu, nunca en la materia ni de la materia, este entendimiento se desarrollará hasta llegar a su propia plenitud, encontrándolo todo en Dios, el bien, sin necesitar ninguna otra consciencia.”

Al presentar estos “conceptos más correctos de Dios y del hombre,” la Christian Science enseña que Dios, Espíritu infinito, crea todo, y que Su creación consta de infinitas ideas espirituales. También muestra que los objetos materiales, limitados por su peso, tamaño, número, son conceptos erróneos forjados por un modo de pensar equivocado. Cuando la comprensión espiritual corrige ese pensar erróneo, ya no nos preocupan los objetos materiales sujetos a límites, porque la comprensión los substituye con la realidad de las ideas espirituales, cada una en sí cabal en Dios y por tanto trayendo consigo todo lo que requiera.

Dos estudiantes de la Christian Science estaban esperando a su primer nene y no sabían qué hacer para sufragar los gastos del caso. Un miércoles concurrieron a la reunión vespertina de testimonios en una iglesia Científica de Cristo, y uno de los himnos que cantaron contenía estas palabras (Himnario de la Christian Science, No. 71):

Ved las fuentes de aguas vivas,
manantial de eterno Amor,
proveyendo compasivas
a los hijos del Señor.

Los presuntos padres vislumbraron más claramente que el que estaba por nacer sería en realidad un hijo de Dios, una idea espiritual y, como tal, completa en sí, trayendo consigo cuanto necesitara gracias a su Padre-Madre celestial. Muy pronto se le ofreció interesante trabajo extra al padre a sueldo fijo. Este otro trabajo de nueva procedencia comenzó el mismo día en que nació el niño y continuó por varios años, hasta que cambió la situación haciéndolo innecesario.

No importa que la nueva actividad lícita se refiera al hogar, al negocio o a la iglesia, o sea sencillamente unas vacaciones bien merecidas. Dice Mrs. Eddy en la página 518 de Ciencia y Salud: “El Amor da a la menor idea espiritual poder, inmortalidad y bondad, que brillan a través de todo, como la flor a través del capullo. Todas las expresiones diversas de Dios reflejan salud, santidad e inmortalidad — Vida, Verdad y Amor infinitos.” Con tal patrimonio, a ninguna idea espiritual puede faltarle nada de lo que necesite.

Primero hay que reconocer que toda actividad recta emana de Dios y en consecuencia tiene su reino en el Espíritu. Desde este punto de vista, podemos rechazar como falsa toda creencia que tienda a limitar sugiriendo que para la nueva empresa habrá que contar con fondos visibles y a la mano desde luego; siendo espiritual su origen, no ha de ser a expensas o con menoscabo de otra actividad que ya exista sino que traerá consigo su propia provisión. Dios no reparte el bien alternativamente, sino que da todo el bien individidamente.

Quien aprende en la Christian Science lo relativo a la fuente espiritual de la provisión, no tiene que observar con ansiedad para ver si aparece tal provisión, ni siquiera cómo ha de aparecer. Puede esperarla con gratitud, sabiendo con certeza espiritual que va a aparecer. Puede venirle por un solo conducto o mediante varios. Puede ser que tenga que seguir adelante hasta hallarse frente a lo que parezca una pared de obstrucción, pero la comprensión espiritual le abrirá camino con seguridad, aunque sea a última hora. Cuando la abundancia se entiende espiritualmente, se manifiesta indefectiblemente en la escena humana en lo que se requiera para el trabajo por emprenderse.

En la parábola de Jesús, cuando el hijo pródigo fué recibido de vuelta al hogar con regalos y fiesta de bienvenida, el hermano mayor creía que él perdía algo. Pero el padre lo consoló diciéndole (Lucas 15:31): “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.” En la medida en que aprendemos que somos hijos o hijas de Dios, siempre en presencia Suya, en El nos hallamos íntegros, poseyendo por reflexión todo lo que El tiene: paz, gozo, salud y abundancia presente para responder a cuanto necesitemos.


Vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.— Mateo 6:32, 33.

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