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Asamblea Anual de La Iglesia Madre

Del número de octubre de 1954 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana

The Christian Science Journal


[Los que se interesen en leer este informe en inglés lo hallarán en The Christian Science Journal ]

La Asamblea Anual de La Iglesia Madre se verificó la tarde del lunes 7 de junio. Concurrieron miembros de muchas partes del mundo, palpándose un avivamiento de su consagración a la Causa fundada por nuestra amada Guía, Mary Baker Eddy. A continuación detallamos los trámites y los informes que rindieron los dignatarios de la Iglesia:

El himno de apertura fué el No. 164 del Himnario de la Christian Science “Regocíjese el mundo, que el Señor ha venido.” Una vez cantado, la Presidenta saliente, Mrs. Grace F. Cudworth, leyó estos pasajes de la Biblia y del libro de texto de la Christian Science, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mrs. Eddy:

De la Biblia

Isaías 2:1–3, 5
Juan 7:14–17

De Ciencia y Salud

200:2
112:16
497:3–5
566:1–12

Después de unos momentos de oración en silencio seguidos por la repetición en voz alta del Padre Nuestro, la congregación entonó el himno No. 208, “Gentil presencia, gozo, paz, poder,” cuyas palabras fueron escritas por nuestra Guía.

A continuación Mrs. Cudworth anunció los nuevos dignatarios de La Iglesia Madre: Presidente, William R. Knox, de Boston, Massachusetts; Tesorero, Roy Garrett Watson, de Brookline, Massachusetts; Secretario, Gordon V. Comer, de Boston, Massachusetts.

La Presidenta saliente,

Queridos comiembros:

Nuestra amada Guía, Mary Baker Eddy, dió al mundo “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras,” la declaración completa de la Ciencia que le reveló Dios, la Mente divina. También dió a su Iglesia las Reglas y Estatutos para su gobierno; este es el Manual de La Iglesia Madre. Dice ella en The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany (pág. 230): “A pesar de la sacrílega polilla del tiempo, al Manual de nuestra Iglesia le espera la Eternidad, pues mantendrá su rango como en lo pasado, entre ministerios agresivos y activos, y permanecerá cuando ellos hayan pasado a descansar.”

Nuestro Manual no es simplemente un libro de Reglas y Estatutos humanos, es mucho más; es instrumento dado por Dios que produjeron la oración consagrada y el vehemente escuchar a Dios. La necesidad de responder a menesteres definitivos de la Iglesia es lo que ocasionó el Manual de La Iglesia Madre. Mrs. Eddy vió que primero tenía que percibir ella la ley espiritual, y esa percepción le reveló el Estatuto específico para cada situación humana. Largas noches y días de comunión en silencio con su Padre celestial no dejaron lugar a que dudara Mrs. Eddy del origen divino del Manual de la Iglesia.

Recalcando la importancia de que obedezcamos el Manual, declara nuestra Guía en Miscellany (pág. 230): “De esto estoy segura: de que cada Regla y Estatuto del Manual aumentará la espiritualidad de quien lo obedezca, vigorizará su habilidad para curar al enfermo, consolar al afligido y despertar al pecador.”

Despertemos hoy a una devoción más honda todavía al inmenso valor espiritual de la herencia que Dios nos ha legado: El Manual de La Iglesia Madre.

En el Journal de mayo de 1885 se publicó lo siguiente que es de importancia especial ahora: “Parecería que los reinos de este mundo fueran todos pesados en balanza para determinar cuál fuerza de que se jactan es real y cuál es pretendida. ... Para los atalayas del Monte de Sión, todos esos estruendos de discordia vienen atestados de la seguridad de que la Rectitud va en marcha hacia adelante. ... Y amenazado está no sólo el dominio de los reyes y príncipes reconocidos, sino que la dominación en cualquier forma de hombre sobre hombre debe abrir paso a la libertad, la fraternidad y la igualdad a que la Ley invisible, espiritual y eterna, va forzando a la humanidad.”

Como miembros de nuestra amada Iglesia Madre, vamos marchando hacia adelante, demostrando la libertad y la unión entre los hijos de Dios. Nuestro Manual inspirado por Dios nos guía en esta marcha, envolviendo en su luz nuestra Causa.

En seguida Mrs. Cudworth presentó al nuevo Presidente que pronunció la siguiente alocución:

Amigos:

“Es indudablemento cierto que la Christian Science está destinada a ser la sola y única religión y terapéutica en este planeta.” Estas palabras de nuestra reverenda Guía, Mary Baker Eddy, en The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany (La Primera Iglesia Científica de Cristo, y Miscelánea, págs. 266 y 267): no son alarde arrogante de mezquino denominacionalismo. Proclaman la visión trascendente hacia el futuro de la que descubrió y demostró la Ciencia divina del ser; y la Christian Science es la declaración y aplicación humana de esta Ciencia exacta.

Nosotros, los que aquí estamos reunidos, hemos probado la Christian Science, en nuestras propias vidas y curando a otros, lo suficiente para dejarnos convencidos de que esta Ciencia es la reaparición del Cristo en nuestra era — cumpliendo todas las promesas bíblicas del advenimiento del Consolador. Como nos dice Mrs. Eddy, es una influencia divina en la consciencia humana.

Esta divina influencia se halla presente en todo humano ser, que se dé o que no se dé cuenta de ella. Es la esencia y punto inicial de toda idea recta y todo móvil recto. Por vanagloriosamente que uno considere alguna proeza como suya, esta divina influencia reducirá tarde o temprano su vanagloria a la nada; y su persuasión irresistible acabará por convencerlo de que hay un solo Dios, el bien infinito en el que está todo el poder y toda la inteligencia.

Es evidente que no podemos salvarnos a nosotros mismos ni podemos resistirnos a que se nos salve. La salvación gracias al Dios que es bondad infinita, el Amor que es Todo, es no sólo universal sino también inevitable. No es preciso que nos culpemos a nosotros mismos por la carga de erróneos conceptos y falsas creencias que hemos heredado de los siglos. De lo que sí somos responsables es de lo que hagamos con esa herencia falsa. Nuestra tarea es aprender mediante la Christian Science cómo ceder inteligentemente y de buen grado al poder del Cristo que salva, que está siempre presente y en acción para mejorar a la humanidad.

Cuando uno responde así al Cristo cediendo a su influencia divina, comienza a ver y entrar en la senda de la esperanza y de la comprensión espiritual, sintiendo la tierna compasión del Amor divino que perdona los pecados y cura las enfermedades. Una demostración íntegra del Cristo lograría las obras “mayores que éstas” de que hablaba Jesús — viviendo una vida humana llena de curación y buenas obras en la que no habría enfermedad final, ni quebrantamiento que hiciera de uno trizas, porque “la postrimería de cada uno de ellos es paz.”

La curación que produce la Christian Science no es el resultado de ninguna misteriosa mágica metafísica — es sencillamente el poder de la oración: el desbordamiento de la influencia divina en la vida de quien experimenta su potencia curativa y redentriz.

Poco después de que Mrs. Eddy se trasladara de Concord, New Hampshire, a Chestnut Hill, Massachusetts, apareció un nuevo diseño de la cruz con la corona — el emblema que sella y adorna todos los libros de Mrs. Eddy y nuestras publicaciones periódicas. La cruz del nuevo diseño es más prominente y está mejor destacada que en el diseño anterior, y yo tengo para mí que eso fué una simbólica llamada a más consagración y llevada de la cruz. Parecía evocar el gran sacrificio que nuestra Guía había hecho y seguía haciendo por traernos el rasgo peculiar que corona al Cristianismo — la curación cristiana.

Así es que le escribí a Mrs. Eddy, y mi carta ha de haberle agradado, porque en pocos días me llegó una suya escrita de su inimitable puño y letra. Hablaba aprobatoriamente de mis comentarios respecto a la cruz y la corona preguntándome luego qué había influido en mí para que entrara en el campo de los servicios profesionales y me suplicaba le dijera de algunas de las enfermedades de que había curado yo y el tiempo que se requirió para curarlas.

Nuestra Guía mostraba siempre vivo interés en oír de casos de curación en la Christian Science, y, como estudiantes de sus escritos, sabemos cuán a menudo nos insta a curar más y mejor. La curación cristiana es la sangre vital de nuestra Causa. Sin ella, la Causa sería un cuerpo sin vida, dado sólo a doctas lucubraciones y prédicas. La iglesia filial en la que florece la obra sanativa y en la que las vidas de los miembros derraman la influencia del Cristo, es la más próspera y bendita. La obra curativa exige abnegación y consagración y una paciencia infinita, pero la recompensa en términos de crecimiento y satisfacción espirituales es inestimable. Hablo de la rica experiencia de muchos años en la práctica profesional de la Christian Science y humildemente agradecido por el inmenso privilegio de ayudar a otros a resolver problemas humanos.

Yo ví a Mrs. Eddy y la oí hablar en varias ocasiones. Disfruté de otros medios de acercarme a ella tan inspiradores como inolvidables. Pero más que su contacto personal, aprecio con el mayor ahínco las vislumbres que vengo encontrando de su identidad real en sus escritos, como ella nos dijo que encontraríamos. Comienzo a percibir la entidad espiritual de la mujer de que hablara Jesús cuando dijo que ella había tomado levadura y la había escondido en tres medidas de harina.

¿Qué sino el amor desinteresado que irradia la mujer verdadera pudo haber oído y atendido a la llamada de la voz callada y suave del Cristo y escalado a las alturas de la revelación espiritual, para luego aguantar la persecución que despertara su labor de hacer esta revelación inteligible y práctica para la comprensión humana? Dice Mrs. Eddy que “la razón y la revelación se reconciliaron, y después la verdad de la Christian Science fué demostrada” (Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, pág. 110). En verdad que se reconcilian la razón y la revelación, porque mediante lo que Mrs. Eddy enseña se nos lleva a ver que la razón abre camino a la revelación, y probamos en la experiencia nuestra la aplicación práctica de las verdades espirituales absolutas a la curación de todo mal humano. ¿No va cambiando la levadura de la comprensión cristiano-científica el pensar de la humanidad que se expresa en las ciencias, en la teología y en la medicina?

Yo estoy persuadido de que sólo en la medida en que seamos partícipes en algún grado en nuestras propias vidas de la experiencia de la Descubridora y Fundadora de la Christian Science, sólo en la medida en que superemos a la persecución de los sentidos personales y probemos el poder curativo y redentor del Cristo, podremos realmente conocer y apreciar a nuestra Guía y entender su relación inseparable con la Christian Science y el lugar que le reserva la historia.

No es razonamiento ni argumentación intelectuales lo que nos convence de que sea ella nuestra Guía. La convicción ha de advenirnos mediante nuestra corrección de nosotros mismos y nuestra percepción intuitiva. Cuando nos desprendemos de nuestro mezquino orgullo de bondad y posesión personales, nos viene una visión más clara de las cosas del Espíritu.

El impulso que va intensificándose en la experiencia individual y la unidad de propósito que se desarrolla en los Científicos Cristianos están trayendo la Causa de la Christian Science y su Descubridora y Fundadora al reconocimiento apreciativo del mundo que piensa. Hoy más que nunca recibimos de todas partes encomio y aclamación por trabajo bien hecho, pero se requieren suma humildad y gracia para sortear la acometida del elogio y la popularidad. Pluga a Dios darnos siempre la cándida receptividad de enseñanza que nos habilite para alcanzar la madurez de la fuerza, sabiduría y servicialidad libres de todo egoísmo.

Recordaréis estos renglones con que nuestra Guía terminó su Mensaje a La Iglesia Madre correspondiente a 1901 (pág. 35):

“El divino amor que había
en Jesús listo a vencer
cualquier humana agonía,
¿amanece en nuestro ser?

“La dicha de haber sanado
de pecar, ¿la compartís?
La senda que habéis hallado,
con paciencia y fé seguís?”

Una palabra de La Junta Directiva de la Christian Science,

Primer Lector

Nuestra amada Guía, Mary Baker Eddy, escribió en su Mensaje a La Iglesia Madre en junio de 1898 (Christian Science versus Pantheism, pág. 1): “La noche está muy avanzada, y el día se acerca en el horizonte de la Verdad — el día en que toda la gente conocerá y reconocerá un solo Dios y un Cristianismo.” Si esto pudo decirse hace más de medio siglo, ¡cuánto más puede decirse hoy! En efecto, no puede uno contemplar el mundo de hoy día a la luz de la Christian Science, evaluando el efecto de esta Ciencia que leuda toda esfera del pensamiento humano, sin ver que el día de la comprensión espiritual universal y de la armonía avanza incesantemente. Ni es probable que vea ésto el Científico Cristiano sin considerar sobriamente qué es lo que se requiere a fin de que el día llegue a su plenitud meridiana.

Cuando contemplamos el mundo y sus problemas, no podemos dejar de agradecer que la enseñanza de Cristo Jesús haya hecho mella en él tan amplia y profundamente. Por cierto que la inmensa porción de la humanidad conocida como la Cristiandad se ha vuelto hacia la única enseñanza capaz de salvar al mundo, la enseñanza que puede abrir la puerta y que es la puerta al reino de Dios en la tierra.

Por lo cual se verá fácilmente que lo que se requiere es que los que han sido atraídos a la enseñanza de Jesús no deben tener en poco su valor ni utilizarla menos de lo que puedan. Porque lo que esta enseñanza promete a todo humano ser, grupo o nación es muy claro que no tiene límites de ninguna especie. Ved cómo lo resume Cristo Jesús: “Pedid, y recibiréis” (Juan 16:24). Y otra vez: “Pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.” Y de nuevo (Marcos (11:24): “Todo cuanto pidiereis en oración, creed que lo recibisteis ya; y lo tendréis.”

¿A quiénes se les aseguró eso? Pues a todos. El Maestro no puso ninguna restricción a nadie. ¿No es entonces privilegio de todo cristiano, y de todo el que no sea cristiano todavía, ver que estas promesas son para él, esté donde estuviere y sea cual fuere el propósito recto de que se ocupe?

¿Puede decirse, por ejemplo, que algún hombre de ciencia natural que se dedique a investigaciones tecnológicas tendiendo a resolver un problema no resuelto aún en su esfera de acción, quede excluido del funcionamiento de la ley que así enunciaba Cristo Jesús? Al tropezar con alguna cuestión de si la solución del problema se halle asequible para él, ¿no puede tomar las palabras de Jesús como mensaje a él dirigido: “Todo cuanto pidiereis en oración, creed que lo recibisteis ya; y lo tendréis?”

Por supuesto que tal cientista debe pedir lo que esté en la naturaleza de Dios conceder. Debe pedir sabiduría, uno de los atributos perfectos que, como declara el Apóstol Santiago (1:17), desciende “del Padre de las luces”— la ilustración que expresa la naturaleza de Dios siendo por lo mismo ilimitada e ilimitado su valor para los hombres. Esa petición, juntamente con la seguridad de que se recibiría lo que pidieran, el Maestro dijo llanamente que sería concedida indefectiblemente. Logra tanto la ilustración como la evidencia que se necesite.

O en cuanto al hombre de estado que se vea ante intereses nacionales opuestos entre sí, desafiando persistentemente toda conciliación —¿no está esa misma ley igualmente a su disposición? ¿No le es dado pedir y recibir exactamente el esclarecimiento y el modo de ponerlo en práctica, precisamente los conceptos que unifiquen y lo allanen todo? ¿Qué sucede cuando los que tengan que ver con el problema hablen idiomas diversos? ¿O empleen las mismas palabras pero para significar cosas diferentes? ¿O si algunos de ellos usan palabras para ofuscar su significado y hasta procuran destruir a los que así tratan con ellos en vez de convenir en lo que se trate? La Christian Science insiste en que ninguna de esas cosas altera la gran promesa del Maestro de que para los que oren con rectitud se halla asequible la respuesta con la evidencia consiguiente.

O si el hombre de estado, o el de ciencia natural, o el ministro, o el lego de cualquier fe, o quienquiera que sea, zozobra en lo que ha de hacer — zozobra porque se quebranta su salud física o por sufrir alguna pérdida personal o una aflicción o por cualquier otra causa — ¿no puede reanimarse y esperar también recibir la exacta ayuda que necesite al meditar en el significado verdadero de estas mismas palabras de Jesús: “Todo cuanto pidiereis en oración, creed que lo recibisteis ya; y lo tendréis?”

Pero ¿cómo? puede preguntarse — y en verdad que muchos cristianos lo han preguntado —¿cómo puedo yo creer que reciba lo que necesito y pido? La amada Descubridora y Fundadora de la Christian Science contesta llanamente por haberse compenetrado perspicazmente del significado del Cristianismo. “Creemos” que recibimos cuando nos damos cuenta del bien espiritual ilimitado que tenemos; cuando sabemos que, como dicen las Sagradas Escrituras, Dios no negará ningún bien a los que anden rectamente; es decir, al hombre que cada uno de nosotros es real y demostrablemente. Mediante este conocimiento cristiano-científico y la evidencia confirmante que de él emana naturalmente, nos percatamos de que las seguras afirmaciones del Maestro son declaraciones sencillas y demostrables de la ley y del hecho espirituales. Así ganamos y probamos el pleno significado de la enseñanza de Cristo Jesús.

Los que aquí concurrimos a esta asamblea, y los Científicos Cristianos por todo el mundo, sabemos fuera de toda duda que las palabras de Jesús son verdaderas y que la oración puede lograr todo lo que él dijo. Aceptamos estos hechos al aceptar la Christian Science, y hemos visto acumularse prueba tras prueba de ellos en nuestra propia experiencia, gracias a la inspirada instrucción y orientación que nos da nuestra Guía. Mediante esa misma orientacion hemos visto como compartir con los otros nuestra comprensión y lo que de ella hemos experimentado ya — y esos otros han logrado las mismas bendiciones ricas para ellos y para multitudes siempre en aumento. Pero lo que se nos exige de continuo es, obviamente, que representemos las grandes verdades de la Christian Science ante los demás de manera cada vez mejor y más amplia. Lo que para ello se requiere de nosotros, bien lo entendemos: Que nos compenetremos cada vez más plenamente y nos adhiramos más devotamente a todo lo que enseña Mrs. Eddy para que vivamos la Christian Science a fin de que así alumbre nuestra luz para alentar y redimir a la humanidad.

A electo de ayudarnos a que lo hagamos en provecho del mundo entero, contamos con esta institución sin igual que nuestra Guía destinó con ese objeto — La Iglesia Madre, con toda su labor extensamente ramificada para curar y educar, proporcionando dentro de sus anchurosos cauces o canales, como ella dijo, ocupación suficiente e ineludible para todos sus miembros, y capacitando a todos los Científicos Cristianos por todas partes para trabajar conjunta y eficientemente en su Causa común. Para facilitar esta labor en la comunidad local de cada miembro contamos con los organismos que ella misma instituyó expresamente con ese fin — nuestras iglesias y sociedades filiales y nuestras organizaciones de colegiales, con sus diversas actividades.

¿Estamos haciendo individualmente lo mejor que podemos en favor de estas grandes instituciones? ¿Servimos en ellas y dejamos que ellas nos sirvan a nosotros y a los demás lo mejor que nos es posible? ¿Estamos ejemplificando en todos sentidos cuanto mejor podamos el mensaje inestimable que tenemos para la humanidad?

Esta es la provocación constantemente ante nosotros.

Sabemos que “para Dios todas las cosas son posibles” (Mateo 19:26)— en efecto, que para el divino Principio, la Mente, Vida y Amor infinitos ya está cumplido todo el bien. Pero también sabemos que nosotros somos responsables de demostrar esta gran verdad, de evidenciar sin reserva alguna el gobierno perfecto de la sabiduría y del Amor en cuanto seamos y hagamos.

Consagrémonos hoy de nuevo a esta labor — a esta gran labor de adelanto en la demostración científica del Cristianismo de Cristo. Con radiante gratitud por todo lo que la Christian Science ha sido hasta hoy para nosotros y para el mundo, atendamos con más ahinco todavía el consejo de nuestra Guía (Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, pág. 367): “Vigilemos, trabajemos y oremos pues para que esta sal no pierda su sabor y esta luz no esté escondida, sino que irradie y resplandezca hasta alcanzar la culminación de su gloria.”

Informe del Tesorero,

Tesorero de La Iglesia Madre

Según prescribe el Manual de La Iglesia Madre por Mary Baker Eddy, el Tesorero presentó su informe anual. Indicó que fuera de las cuentas a pagar y de los impuestos por vencer, no tiene deudas La Iglesia Madre.

Dijo que las cuentas del Tesorero de la Iglesia habían sido intervenidas como ordena el Manual de la Iglesia. El certificado de los interventores dice:

Hemos examinado los libros del Tesorero de La Iglesia Madre, La Primera Iglesia Científica de Cristo, en Boston, Massachusetts, el 30 de abril de 1954 y todos los asientos del año contado hasta esa fecha.

Asimismo hemos examinado el Informe del Tesorero que prescribe la Sección 3 del Artículo XXIV del Manual. En nuestra opinión, es correcta la información allí contenida respecto a la suma de ingresos inesperados y efectivo a mano no invertido, cantidad que se debe y la de gastos erogados.

(Firmados) Ernst y Ernst

25 de mayo de 1954
Boston, Massachusetts

Continuó luego hablando el Tesorero que dijo, en substancia:

Nos alegramos de dar parte de haber tenido un año fructífero y de progreso. Nos sentimos agradecidos a nuestra amada Guía, Mrs. Eddy, Descubridora y Fundadora de la Christian Science, que por su gran amor a Dios y al hombre fué divinamente inspirada a fundar ésta su iglesia. Hombres y mujeres por todo el mundo demuestran vigilantemente ser miembros de La Iglesia Madre que los abraza envolviéndolos en su amor y a su vez les agradece su lealtad y apoyo amoroso.

La Iglesia Madre no es una institución que cuenta con dotes; por lo cual cada centavo que eroga lo deriva primero de alguna de sus cinco fuentes de ingresos, a saber: las utilidades netas de la Sociedad Editora de la Christian Science, la capitación que recibe de sus miembros, las contribuciones individuales incluso los legados, las contribuciones de las iglesias y sociedades filiales y los donativos de las asociaciones de estudiantes. Por esos medios, el estudiante concienzudo se identifica con la más alta expresión visible de la idea que se nos revela de la Iglesia, siendo bendecido por las riquezas espirituales de que así participa de La Iglesia Madre cuando da de cinco modos: primero, pagando su capitación; segundo, enviando contribuciones directamente a La Iglesia Madre; tercero y cuarto, contribuyendo para los donativos que su filial mande a La Iglesia Madre y los que obsequie su asociación; y quinto, subscribiéndose a todas las publicaciones periódicas de La Sociedad Editora de la Christian Science.

El costo de sostenimiento de nuestras tres instituciones de beneficencia superó a los ingresos que pagaron los huéspedes y las dádivas específicas del Campo; por lo cual fué necesario sufragar el déficit considerable tomando fondos de La Iglesia Madre. Igualmente fueron insuficientes para su objeto las contribuciones destinadas a promover y extender entre el público una comprensión correcta de la Christian Science mediante programas de radiodifusiones y televisión.

Acusamos recibo agradecidos del apoyo pecuniario que se le dió a la labor de los Ministros de la Christian Science en pro de los hombres y las mujeres asignados al Servicio Armado en este país y en ultramar. Continúa esta necesidad.

Hace veintiocho años que La Junta Directiva de la Christian Science estableció un servicio extraordinario de La Iglesia Madre que ha recibido el nombre de Administración Fideicomisaria de la Christian Science de Dádivas y Dotes. El objeto fundamental de esta actividad es el de encargarse de lo que de sus recursos sobrantes puedan donar los miembros de La Iglesia Madre como dote o dádiva revocable. Toda solicitud de información respecto a cómo establecer esos fideicomisos debe dirigirse a Roy Garrett Watson, Trustee and Treasurer (Fideicomisario y Tesorero), 107 Falmouth Street, Boston 15, Massachusetts, U.S.A.

Constantemente se revelan a La Iglesia Madre oportunidades para servir más extensamente y para cumplir en grado creciente con la visión de nuestra Guía. La influencia leudativa de la Christian Science no tiene límites. Segura en el apoyo del amor de sus miembros, La Iglesia Madre sigue presurosa y confiada hacia la meta que le describe el Manual de la Iglesia (pág. 19): “La Primera Iglesia Científica de Cristo, en Boston, Mass., está destinada a ser edificada sobre la Roca, el Cristo; o sea la comprensión y demostración de la Verdad, la Vida y el Amor divinos, sanando y salvando al mundo del pecado y de la muerte, reflejando así en cierto grado la Iglesia Universal y Triunfante.”

Informe del Secretario,

Secretario de La Iglesia Madre

Nos complace inmensamente ver el gran número de hombres y mujeres, muchos de ellos jóvenes, que se afanan por ser miembros de nuestra amada Iglesia Madre. Nos hablan de las curaciones y bendiciones que la Christian Science ha traído a sus vidas y de su anhelo de identificarse con la gran organización que está trayendo el Cristo, la Verdad, a la consciencia humana. Es cosa admirable alistarse en el ejército cristiano de La Iglesia Madre. En “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mary Baker Eddy se encuentran estas palabras (pág. 450): “El Científico Cristiano se ha alistado para aminorar el mal, la enfermedad y la muerte; y los vencerá comprendiendo su irrealidad y la totalidad de Dios, el bien.”

El total de los admitidos como miembros de La Iglesia Madre el año pasado excedió con margen substancial al número de los aceptados el año anterior. De todos los continentes nos llegan a chorros las solicitudes, aumentando de año en año el gran cuerpo de nuestros Científicos Cristianos sinceros y consagrados.

El número de los que creen que se han apartado como miembros de La Iglesia Madre por cualquier causa es excesivamente pequeño comparado con la totalidad de los miembros. Pero eso no obsta para que nos sintamos profundamente agradecidos por las oportunidades que se nos presentan de pastorear a los que no han estado en contacto con La Iglesia Madre por cierto tiempo. El resultado de esta labor de nuestras Relaciones con el Campo, como la llamamos, sigue siendo complaciente. Notamos con vivo interés y aprecio cómo crece el número de iglesias y sociedades filiales que vienen reconociendo ellas mismas el valor de esta labor y que van adoptando y poniendo en práctica idénticos planes.

Una de las varias actividades a que atiende el Secretario en la zona de Boston es la de superentender la División de Actividades Locales relativas a la Literatura. Los tres comités de que se compone: Comité de Información sobre Publicidad, Comité de Información de Circulación y Comité de Distribución de Literatura — están desempeñando en la zona de La Iglesia Madre sus respectivas funciones con vivo interés. Las juntas mensuales de estos Comités son siempre bien concurridas y los informes del fruto del trabajo local que rinden los miembros de cada Comité son hondamente satisfactorios.

El Superintendente de la Escuela Dominical de La Iglesia Madre informa haber tenido un año de gozo y actividad. Participamos agradecidos que a la Escuela Dominical se la quiere y. respeta mucho como la manifestación también de todo lo que sabemos que es cierto respecto a la Iglesia, en evidencia de lo cual ha crecido el número de los alumnos.

Hubo en el año cinco reuniones de negocios para los maestros y demás encargados en las que se discutieron con espontaneidad varios problemas de cómo enseñar y los modos en que la Escuela puede mejorar su servicio a la comunidad de Boston. Ellos se esfuerzan constantemente por ver la Escuela Dominical como actuación vital, amigable e inteligente, y esto ha tomado la forma de esfuerzos por mantener relaciones con los alumnos tan estrechas como sea posible, enviándoles por correo asignaturas y a los que no hayan concurrido cartas de los maestros y del Superintendente, así como cartas de bienvenida a los nuevos que se inscriben.

Las maestras y maestros alientan consecuentemente a sus respectivos alumnos a que se encarguen de su propio trabajo metafísico. Los casos de curaciones llanas y claras que han logrado los alumnos de por sí incluyen las de odio, temor, resentimiento e irascibilidad. También se han curado del efecto de accidentes, picaduras de abejas, heridas a cuchillo o cortaplumas y de otras cortaduras, de una torcedura del tobillo, de trastornos estomocales, jaquecas, catarro, de un lobanillo y de viruelas locas. Los alumnos jóvenes han logrado demostrar ellos mismos empleo adecuado, orientación o buen gobierno y más inteligencia al sustentar exámenes.

Permitidme que termine este informe citando las palabras finales del mensaje de nuestra Guía a La Iglesia Madre correspondiente al año de 1900 (pág. 15): “En las palabras de San Juan, que el ángel de La Iglesia Madre escriba de ella: ‘Tú no has dejado tu primer amor, yo conozco tus obras, y tu caridad, y servicio, y fe, y tu paciencia, y tus obras; y éstas son más que aquéllos.’

“¡Velad! hasta que cese el temporal —
pierdan las rachas su furor,
se inicie luego el reino celestial
y sempiterno del amor.”

Informe de la Administración Fideicomisaria según Testamento de Mary Baker Eddy,

Secretaria Corresponsal

Esta Administración Fideicomisaria se complace en informaros la manera en que ha administrado el fideicomiso que se le ha encomendado conforme al testamento de nuestra Guía, Mary Baker Eddy, y el progreso que ha logrado en llevar a cabo la expresa intención suya de que se emplearan estos fondos para la promoción y expansión de la religión de la Christian Science como ella la enseña.

En el desempeño de tan sagrado encargo, esta Administración erogó el año pasado aproximadamente $131,500 ayudando a varias iglesias y sociedades filiales a saldar lo que aun debían por la propiedad adquirida, a fin de que pudieran dedicar sus templos. Más de $5,400,000 fueron donados a las filiales de La Iglesia Madre durante los últimos cuarenta años con tal fin. Muchas de las iglesias así favorecidas han expresado su gratitud reintegrando después la suma que se les había donado. Durante el año pasado se invirtieron $27,102 para fomentar la distribución gratuita de la literatura de la Christian Science; para ayudar a las bibliotecas que prestan libros a adquirir con tal fin literatura autorizada; para colocar en las bibliotecas públicas las obras de Mrs. Eddy incluso Libros Parlantes; para donar literatura en Braille en inglés (para los ciegos) y para obsequiar subscripciones a The Christian Science Monitor a funcionarios de Washington y otros lugares. La suma de $17,254 la aplicamos durante el año para ayudar a las filiales de La Iglesia Madre incluso las organizaciones de colegiales a costear las conferencias sobre Christian Science que ofrecieron durante el año.

Continúa creciendo la demanda de las obras escritas por Mrs. Eddy incluso “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” y el Manual de La Iglesia Madre.

Los anuncios de Ciencia y Salud y de las Salas de Lectura publicados en los periódicos los lee ya un público mundial. Las respuestas durante el año ascendieron al doble de las del año anterior. Es grande el poder que para leudar tienen estos anuncios, disipando la ignorancia y los prejuicios.

Ciento seis Salas de Lectura que estaban en altos se mudaron a plantas bajas durante el año en las secciones comerciales de las poblaciones, ciento ocho salas prolongaron su horario en que están abiertas al público y cincuenta y dos sociedades solicitaron información de cómo proceder a la apertura de nuevas Salas de Lectura.

Entre las nuevas publicaciones que anunció el Agente de los Editores se cuentan las ediciones de Ciencia y Salud traducidas al alemán y al francés empastadas en tafilete por necesitarse allende el Atlántico. Se puso a la venta una nueva edición encuadernada en rojo vivido de What Christmas Means to Me and Other Christmas Messages (Lo que la Navidad significa para mí, y otros Mensajes de Navidad) en inglés. Accediendo a la demanda constante, se produjeron, grabados en discos fonográficos de larga duración, los restantes ocho capítulos de Ciencia y Salud en inglés, completando así nuestro libro de texto en esta forma útil, para los que deseen aprovecharla.

Pronto habrá disponible para la venta en las Salas de Lectura de la Christian Science una nueva edición, impresa en grandes caractéres, de Prose Works (Obras en Prosa) de Mrs. Eddy, sólo en inglés, que hará juego con la Edición en inglés de Ciencia y Salud publicada en celebración del aniversario de esta obra.

Estas actividades diversas evidencian cada vez más el crecimiento de nuestra Causa por todo el mundo. Como dice Mrs. Eddy en Ciencia y Salud (pág. 118): “Los siglos pasan, pero esta levadura de la Verdad siempre sigue operando.”

Informe de los Comités de Publicación,

Gerente

Los Comités de Publicación contribuyen vitalmente al bienestar de nuestra Causa y de toda la humanidad, defendiendo el derecho que cada quien tiene de confiar en Dios para sanar orando científicamente. En los tiempos que corren en que la legislación médica trata de imponerse usurpando la libertad individual, esta defensa adquiere importancia fundamental no sólo para el progreso de la Christian Science sino también para preservar la libertad humana. Nuestros Comités tuvieron muchas oportunidades durante el año pasado de abogar por el reconocimiento de este derecho de hallar salud empleando medios espirituales, y de conseguir tal reconocimiento. Se han logrado reformas en ciertas leyes o proyectos de ley y decisiones favorables de las legislaturas correspondientes. También se va reconociendo cada vez más la Christian Science para lo relativo al pago de pólizas de seguros.

Aunque estos esfuerzos nuestros tienen por objeto primordial proteger los derechos de los Científicos Cristianos, benefician también a los demás, contribuyendo a conservar y ensanchar la libertad de la humanidad librándola de la regimentación.

Es altamente importante que, en cuanto sea legalmente admisible, los Científicos Cristianos soliciten cada uno individualmente quedar exentos de vacunarse y de someterse a examen físico o a instrucción médica en los planteles educativos. Para conservar la libertad hay que ejercitarnos en ella. Pero hay que reconocer que la libertad impone responsabilidad. El reconocimiento de nuestros propios derechos realza la importancia de que los que confiamos en la Christian Science respetemos los derechos ajenos y cumplamos cuidadosamente con las leyes relativas a la cuarentena, dando parte de las enfermedades contagiosas. El hecho de estar generalmente alerta a ésto los Científicos Cristianos ha contribuido mucho a que nuestra Causa se granjee el respecto que tanto se ha merecido del público.

Aunque es verdad que hoy son menos frecuentes que antes los ataques de la prensa diaria contra la Christian Science, todavía hay muchas oportunidades importantes de corregir afirmaciones despistantes o maléficas publicadas en los libros. Durante el año pasado reforzamos el servicio de suministrar a los autores, editores y pedagogos información correcta sobre la Christian Science.

No hay protección más segura para nuestra Causa que hallar medios de lograr que el pensamiento público acepte más generalmente el hecho de que la Christian Science cura toda clase de males o afecciones humanas sin valerse de medios materiales. Hay mucha evidencia de que nuestra nueva serie de radiodifusiones, “Cómo cura la Christian Science,” encuentra un auditorio grande, propicio y creciente. Cada semana recibimos cientos de cartas de los radioescuchas, mayormente ajenos a la Christian Science. Las curaciones de que se nos informa y el aumento en el número de los que concurren a nuestras iglesias y Salas de Lectura muestran que estos programas surten su efecto. Los Científicos Cristianos pueden contribuir inmensamente a la eficacia de estos programas apoyándolos activamente con su labor metafísica, estando seguros de dar su afable bienvenida a los extraños que concurran a nuestros servicios religiosos y alentando a sus amigos que no sean Científicos a que escuchen tales programas.

La Iglesia Madre espera producir y emitir durante el año entrante programas de televisión adicionales en los Estados Unidos. Nuestros programas de radio y televisión tienen por objeto corregir los erróneos conceptos del público referentes a Mrs. Eddy y a la Christian Science, ayudando así a los Comités de Publicación a que cumplan con el cometido que les ha encomendado nuestra Guía.

Con el apoyo que en sus oraciones nos den todos los Científicos Cristianos, seguiremos militando conforme a los adelantos de los tiempos modernos, cumpliendo con las inspiradas palabras de nuestra Guía que aparecen en las páginas 144 y 145 de Miscellaneous Writings (Escritos Diversos): “La Iglesia, más que cualquier otra institución, es actualmente el vínculo de la sociedad, y debería ser el baluarte de la libertad civil y religiosa.”

En seguida entonó la congregación el Himno No. 177: “¡Mirad, despunta el día!”

Informe del Cuerpo de Conferenciantes de la Christian Science,

Presidente

El hecho de que la humanidad viene buscando cada vez más las “buenas nuevas” lo evidencian los datos de que aumentó la concurrencia a las conferencias de la Christian Science durante el año. Se pronunciaron conferencias este año en todos los estados de la Unión Norteamericana, en todas las provincias del Canadá y en la Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Grecia, Suiza, Noruega, Suecia, Dinamarca, Holanda, Australia, Nueva Zelandia, Alaska, Hawaii, México, Bermuda, las Antillas, América del Sur y Africa. Los datos recopilados respecto al año pasado incluyendo el Oriente que también fué visitado, muestran un total de conferencias durante el año de cuatro mil cuarenta y ocho.

El aumento en el número de los que fueron este año a escuchar las conferencias sin duda que se debió mayormente a los esfuerzos acrecidos de las iglesias y sociedades filiales por traer estas conferencias a la atención de los que no son Científicos Cristianos de modo que despertara su interés.

Además de los anuncios usuales en los periódicos y otros medios de publicidad, se han empleado con resultados efectivos unas entrevistas con los conferenciantes tanto por radio como por televisión. Muchos de los conferenciantes ya tienen entrevistas grabadas en cinta fonorreproductora que pueden utilizarse para radiodifusiones cuando el conferenciante no pueda estar personalmente presente. Estas entrevistas han aumentado el interés de los extraños, dando por resultado que muchos de ellos concurran a las conferencias.

Algunas de las filiales han empleado también con buenos resultados anuncios enviados directamente por correo invitando a las conferencias. La Iglesia Madre incluyó este año en sus invitaciones a las conferencias, en sus carteletas y anuncios de periódico un párrafo indicando que se reservaban asientos para los que fueran a oír una conferencia sobre Christian Science por primera vez. El ofrecimiento ha dado resultados de lo más alentadors.

Un caso destacado fué el que ocurrió en cierta ciudad del centro occidental del país en la que hasta entonces la concurrencia había sido de un promedio de mil a mil quinientos. La congregación resolvió probar que el auditorio podía ser más numeroso. Se utilizaron plenamente todos los medios de anunciar. Sobre todo, oraron los miembros fielmente preparándolo todo. A esa conferencia concurrieron más de cuatro mil, y se calcula que una tercera parte de los concurrentes habían ido a oír hablar sobre Christian Science por primera vez. Así presenciaron los miembros de esa iglesia el cumplimiento de su vehemente oración, probando ser verdaderas las palabras que escribió nuestra Guía, Mary Baker Eddy, al Cuerpo de Conferenciantes de la Christian Science (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 249): “Cuando el error trate de hacerse oír por encima de la Verdad, dejad que la ‘voz callada y suave’ produzca los fenómenos de Dios.” Los conferenciantes agradecen los excelentes preparativos metafísicos que se llevan a cabo en muchas partes del Campo. En verdad que la oración es la clave de toda preparación para las conferencias.

Informe de la Administración Fideicomisaria de La Sociedad Editora de la Christian Science,

Gerente

El 25 de enero de 1898, Mary Baker Eddy fundó La Sociedad Editora de la Christian Science por escritura de fideicomiso con el fin de “promover los intereses de la Christian Science.” El éxito que ha tenido durante los cincuenta y seis años que han transcurrido desde entonces, es tributo elocuente a la sabia y amorosa previsión de nuestra Guía que proveyó las actividades mundiales de La Sociedad Editora de la Christian Science en provecho de toda la humanidad. El desarrollo consecuente de estas actividades lo atestiguan las abundantes evidencias del fruto y del progreso logrados al entrar en su quincuagésimo séptimo año de servicio la empresa editora de Mrs. Eddy, trayendo a mientes las palabras bíblicas: “alábenla en las puertas sus mismas obras.”

Ningún informe anual sería del todo adecuado para resumir, siquiera brevemente, el contenido de los millares de cartas que llegan cada año a la Casa Editora expresando gratitud por nuestras actividades editoriales Baste, pues, una síntesis de esta vasta corriente de mensajes para dar una idea del alcance y el espíritu de la obra curativa de nuestros periódicos y demás publicaciones. “Yo vivo en un poblado rústico muy pequeño,” nos escribe un subscriptor, “y las Lecciones-Sermones del Cuaderno Trimestral de la Christian Science se destacan como gran faro de luz en el desierto.” Otro nos dice: “Se me restituyeron mis amados, y mi negocio se me salvó gracias a mi estudio de las Lecciones-Sermones del Cuaderno Trimestral de la Christian Science.” Y dice un abogado: “He venido ejerciendo la profesión jurídica y adhiriéndome a la Christian Science por cincuenta y cinco años, y el Journal y el Sentinel han hecho mucho por mí elevándome de la ley humana a la ley divina de la Christian Science.”

La esposa de un médico escribe que la lectura a que él se da todas las noches de The Christian Science Monitor parece haberle ahuyentado todos sus temores y preocupaciones, trayéndole en cambio un influjo de paz. “Yo no soy Científico Cristiano,” nos dice un pedagogo, “pero hago uso del Monitor como ejemplo ilustrativo de la cooperación religiosa, de libertad y tolerancia.” Una carta procedente de Alemania Occidental explica cómo, leyendo el Monitor, un hombre sanó y recobró su libertad después de habérsele sentenciado a pasar el resto de su vida en una prisión por crímenes de orden político. Un soldado de ultramar escribe que el Journal y el Sentinel le han servido de tanto que ha resuelto subscribirse también a los diversos Heraldos de la Christian Science, mandándoselos a amigos suyos en otros países. “¡Cuán refrescantemente distinto!” nos dice un ministro Metodista refiriéndose al Monitor, y un diplomático británico nos escribe: “¡Qué buen periódico es un gran crédito para el periodismo!” El jefe de un hospital canadiense declara que es indudable que el Monitor es uno de los más grandes rotativos del mundo y un profesor japonés, al leer el Monitor enviado de Boston, dijo que se sentía como si lo guiaran hacia afuera de “un establo obscuro.” Un estudiante europeo alabó al Monitor por “su espíritu caritativo verdaderamente cristiano.”

Este año The Christian Science Monitor celebra su cuadragésimo quinto aniversario quebrando todos los records anteriores de su circulación. Su contribución a la causa de la libertad fué reconocida ampliamente durante el año. Un miembro del cuerpo de redacción recibió el primer premio otorgado por una asociación nacional de periodistas. A otro le significaron su reconocimiento sus colegas de Massachusetts confiriéndole un premio por haber superado en su éxito como repórter durante el año de 1953. La Freedoms Foundation (Fundación de las Libertades) otorgó medallas de honor a cuatro de nuestros escritores. Un gremio internacional de hombres de negocios honró al Monitor y a su Director con un banquete. Por segunda vez en años consecutivos una escritora del Monitor recibió una medalla por los servicios más destacados prestados al periodismo durante el año por una periodista de la Nueva Inglaterra. Una universidad de renombre mencionó honoríficamente al Monitor por “la calidad ejemplar de las noticias que publica” y “como un periódico que respetan cientos de miles de lectores sea cual fuere su credo, por sus reportes sobre asuntos tanto nacionales como extranjeros.”

Los anuncios del Monitor otra vez excedieron a todos los records anteriores con un total de 8,277,859 líneas y 29,599 anunciantes sin incluir los anuncios económicos. Se añadieron por todo el Campo muchos nuevos representantes regionales solicitadores de anuncios y comités de información referente a los anuncios. Sigue aumentando la publicación de anuncios a colores en el Monitor.

Durante el año pasado enviamos subscripciones al Monitor por correo aéreo a todos los continentes y las islas de los mares. Algunos de estos subscriptores pagan más de 350 dólares al año por recibir el Monitor por avión. Un periódico de Tokio paga 1000 dólares por tres subscripciones anuales que enviamos por avión. Ahora que ya levantaron las restricciones postbélicas que había en Alemania Occidental, tenemos allí muchos nuevos representantes de circulación consiguiendo lectores para nuestras publicaciones periódicas.

The Christian Science Journal, el Christian Science Sentinel y The Herald of Christian Science en sus diversas ediciones publicaron durante el año artículos, testimonios y editoriales que los lectores recibieron agradecidos. Fué nuestra Guía la que determinó ella misma la función de cada una de estas revistas. Los Científicos Cristianos en general reconocen el gran beneficio que derivan de subscribirse a tales periódicos y de leerlos con regularidad. Ya se publica con regularidad en el Sentinel el programa de radio semanal de La Iglesia Madre.

La Sociedad Editora atendió durante el año aproximadamente a un millón de cartas recibidas y envió unos ochenta millones de ejemplares corrientes de nuestra literatura.

Publicamos el tercer volumen de la serie We Knew Mary Baker Eddy (Nosotros conocimos a Mary Baker Eddy) en inglés, así como una traducción completa en sueco del Him- nario en inglés. Ya publicamos un segundo folleto ilustrado para niños, Happy Playmates (Felices compañeros de juego) en inglés, y pronto pondremos en venta una edición nueva del libro en inglés, Christian Science and Its Discoverer (La Christian Science y su Descubridora) por E. Mary Ramsay. También publicamos un nuevo folleto en inglés, Christian Science on the College Campus (La Christian Science entre los estudiantes fuera de la cátedra pero en terrenos del plantel). Con gusto anunciamos que ya tenemos asequible una edición revisada del importante folleto en inglés, Permanency of The Mother Church and its Manual (Permanencia de La Iglesia Madre y su Manual).

En muchos países hay hogares que escuchan con regularidad por radio ordinario o por el de ondas cortas por todo el mundo nuestro programa de radio semanal en inglés, The Christian Science Monitor Views the News (The Christian Science Monitor revisa las noticias).

Declara nuestra Guía en Miscellaneous Writings (Escritos Diversos, pág. 113): “Nuestras iglesias, The Christian Science Journal y el Cuaderno Trimestral de la Christian Science, son prolíficas fuentes de poder espiritual cuyo aliento intelectual, moral y espiritual se siente por toda la tierra.” ¿No se palpa hoy esto en toda la obra de nuestra amada Iglesia Madre incluso las múltiples actividades de su Sociedad Editora?

Informe del Departamento de Filiales y de Practicistas,

El Departamento de Filiales y de Practicistas acaba de terminar un año de actividad fructífera y de expansión. Nuestra División de Solicitudes informa que continúa progresando no sólo en la calidad sino también en el número de solicitudes aceptadas durante el año. Para que figuren en el directorio de practicistas que aparece en The Christian Science Journal, se aceptaron este año ochenta solicitudes más que el año pasado. En el número de filiales de La Iglesia Madre hubo un aumento de treinta y una. Continúa habiendo mucho interés entre los aspirantes a enfermeros y enfermeras de la Christian Science, dando por resultado un número en aumento constante de ambos en la lista que se publica en el Journal.

Publicamos con anuencia de La Junta Directiva de la Christian Science un folleto en inglés titulado “Branch Church Building” (Construcción de Iglesias Filiales) de interés especial para las filiales que piensen construir, comprar o reedificar sus iglesias. Hemos recibido más de mil doscientas cincuenta solicitudes de ejemplares de este folleto que piden las filiales en todas partes del mundo, evidenciando así que por todas partes hay interés entre nuestras filiales de construir o reconstruir sus propios edificios. Ese interés refleja el deseo individual de los estudiantes de la Christian Science de glorificar a Dios y de compartir sus bendiciones con la humanidad.

Mucha de la construcción de estos edificios que hoy se lleva a cabo se debe a los esfuerzos de las iglesias filiales por ponerse al nivel de la expansión normal de nuestras ciudades grandes, mientras que los proyectos de reedificación suelen llevarse a cabo en los barrios más viejos en los que los edificios se han transformado de casas particulares a casas de apartamientos. Las filiales a que aquí nos referimos reconocen que nuestra religión despierta un interés universal, y que aunque la clase de vecindario haya cambiado, los que lo pueblan necesitan igualmente la Christian Science. Incluyendo en sus oraciones a todo el vecindario e invitando amigablemente a sus vecinos a nuestros servicios religiosos, a menudo aumenta la concurrencia a ellos y el número de miembros.

El encargado de nuestra División de Organizaciones de Colegiales visitó durante el año más de cien organizaciones verificando juntas para tratar de asuntos de las mismas, consultando con los consejeros religiosos del colegio dado y alentando a los jóvenes Científicos Cristianos en su labor religiosa conforme lo prescribe Mary Baker Eddy en el Manual de La Iglesia Madre. Este contacto directo con los colegiales revela que nuestros jóvenes son a veces leaders en la vida de los colegiales, llevando a cabo demostraciones destacadas en sus actividades académicas, sociales y atléticas.

Una iniciativa adoptada recientemente es la distribución que se hace periódicamente de una carta-gacetilla entre los jóvenes de las organizaciones de colegiales. En ella se relatan episodios interesantes y los frutos logrados, sirviendo de informe del progreso en las actividades de las organizaciones.

Durante los últimos doce meses ha habido un aumento de catorce organizaciones de colegiales, figurando entre ellas las de la Universidad de París, de la Queens University en Belfast, Irlanda, de la Universidad de Hawaii y de la Academia Militar de los Estados Unidos en West Point, N.Y.

Este año volvió a infundir inspiración mucho por todo el Campo la grabadura en cinta fonorreproductora de la reunión vespertina del martes siguiente a la Asamblea Anual anterior de La Iglesia Madre. Con ese objeto se celebraron durante el año mil doscientas cincuenta reuniones en las filiales ubicadas en cuarenta y dos países.

Dice nuestra Guía en la página 313 de sus Miscellaneous Writings (Escritos Diversos): “El campo ondea su bandera blanca, robustos son los segadores, las ricas garbas están maduras: orad, pues, al Dios de la mies que envie más obreros de los de excelente clase, y entrojad las provisiones para un mundo.”

Informe de tas Actividades de la Christian Science en pro de tas Fuerzas Armadas,

El comité de Actividades de la Christian Science en pro de las Fuerzas Armadas, conocido anteriormente como las Actividades de la Christian Science en bien de los asignados al Servicio Militar, informa haber progresado vigorosamente durante los últimos doce meses. Establecido primeramente para atender a las necesidades de los Científicos Cristianos asignados al servicio militar, hoy extienda su ayuda también a los que estén dispuestos a confiar totalmente en la Christian Science para curarse en unos doscientos hospitales del Ejército.

Nuestros obreros en el campo se conocen como Ministros de la Christian Science para los asignados al servicio de las Fuerzas Armadas y Representantes de la Christian Science en las Fuerzas Armadas. Los Ministros de la Christian Science, que ascienden ahora a tresciento sesenta y cinco, se encuentran en servicio mayormente en los Estados Unidos, Inglaterra, Canadá, Alaska, Australia y Hawaii. Los noventa Representantes se hallan usualmente en regiones de ultramar tales como Alemania, Francia, Italia, Japón, Corea e islas del Pacífico.

Desde nuestra Asamblea Anual pasada, los Ministros y Representantes han celebrado miles de servicios religiosos cristiano-científicos y han dado tratamientos según la Christian Science a muchos miembros de las Fuerzas Armadas con éxito admirable. Han distribuido grandes cantidades de literatura autorizada de la Christian Science a las tropas y a los empleados en servicio militar, y se han encargado de colocar periódicos de la Christian Science en las oficinas de los capellanes, en las bibliotecas, los hospitales y a bordo de los buques. Han obsequiado ediciones “servicio militar” de la Biblia y de “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mary Baker Eddy a los empleados militares y a los soldados.

Este comité de Actividades de la Christian Science en pro de las Fuerzas Armadas tiene ahora a su cargo conseguir Científicos Cristianos que sirvan en el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en calidad de capellanes Protestantes. Hoy tenemos dieciocho capellanes en servicio activo, el número mayor de capellanes uniformados que hemos tenido después de la segunda guerra mundial. Uno está en Austria, uno en el Japón, tres en Corea; los otros en los Estados Unidos y a bordo de los buques de la Marina.

Además de sus obligaciones militares de regla como capellanes Protestantes, estos obreros responden a las necesidades de los Científicos Cristianos de la zona en que estén. Muchas curaciones y labor regenerativa han llevado a cabo estos capellanes nuestros. Sus comandantes superiores los han calificado altamente y muchos de ellos han sido objeto de mención honorífica y han recibido condecoraciones por su valor y servicios distinguidos.

Los Ministros, Representantes y capellanes de la Christian Science están desempeñando una activa labor admirable ayudando a los jóvenes Científicos Cristianos a avenirse a su experiencia militar. Este servicio curativo da testimonio de las palabras de Mrs. Eddy contenidas en la página 257 de The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany (La Primera Iglesia Científica de Cristo, y Miscelánea): “Hoy, más que nunca, el Cristo es ‘el camino, la verdad y la vida,— que alumbra a todo hombre que viene a este mundo,’ curando de toda aflicción, enfermedad y pecado.”

Informe de los Fideicomisarios a cargo de las Instituciones de Beneficencia,

La Iglesia Madre agradece profundamente que el Campo aprecie cada vez más la oportunidad que para su crecimiento en la revelación espiritual y su demostración le ofrecen nuestras tres instituciones de beneficencia — los Sanatorios de la Asociación de Benevolencia de la Christian Science en Chestnut Hill, Massachusetts, y en San Francisco, California, y la Casa “Linda Vista” de la Christian Science en Concord, New Hampshire.

Este creciente aprecio se evidenció el año pasado en unos legados substanciales que se recibieron además de lo contribuido liberalmente por el Campo.

Como es bien sabido, ninguna de las tres instituciones de beneficencia se sostiene de por sí sino que dependen las tres en diverso grado del apoyo liberal del Campo. Este año pasado hubo un déficit en el funcionamiento de las tres instituciones de $768,850. Las contribuciones recibidas del Campo, juntamente con los legados disponibles, cubrieron en parte tal déficit reduciéndolo a $143,800, para saldar el cual se tomaron de los fondos que La Iglesia Madre destina a otros usos. Según se observará, nuestras tres instituciones de beneficencia continúan necesitando vuestra ayuda.

Que el Campo aprecia crecientemente el ambiente de armonía y enaltecimiento que los sanatorios ofrecen tanto a los que buscan descansar y estudiar como a los que requieren un asilo en que poder resolver sus problemas físicos o de otra clase, lo atestigua el hecho de que cada año los visitan por primera vez muchos Científicos Cristianos, mientras que otros que ya habían venido regresan a refrescar su vigor espiritual por cierto tiempo. Durante el año 7,019 huéspedes disfrutaron de los medios que facilitan estos sanatorios. Mil veintiuno llegaron buscando salud y los otros en busca de reposo y estudio.

Se llevaron a cabo muchas curaciones de importancia prominente, entre ellas un caso de zona curada en menos de una semana, una afección grave que impedía que el enfermo anduviera, bronquitis y agotamiento, eczema y un catarro crónico. Un brazo fracturado quedó curado en dos semanas y un caso de clavícula fracturada, costillas rajadas, desorden funcional causado por un golpe, muñeca y pelvis dañadas se curó en tres días.

Ambos sanatorios pueden alojar y atender a más huéspedes de los que vienen usualmente durante el año, salvo en una o dos temporadas en que se hospeda el mayor número de ellos. Es de esperarse que muchos más Científicos Cristianos aprovechen este privilegio excepcional que se les ofrece.

En la casa “Linda Vista” de Concord, New Hampshire, se radicaron durante el año de ochenta y cinco a noventa obreros de larga experiencia en el Campo como practicistas y enfermeros. Lejos de haberse retirado, estos leales obreros continúan vigorosamente activos demostrando Christian Science tanto en su propio provecho como en provecho de otros.

El verano pasado se terminó la construcción de la caseta de verano cerca del estanque y ya ha sido escena de muchas reuniones felices. Otras mejoras de importancia en la casa “Linda Vista” incluyen el reentapizado de los asientos en el Salón de Actos y la instalación de un sistema de refrigeración enteramente nuevo en la cocina en substitución del original usado desde que se inauguró la casa en 1927. Un legado adjudicado para embellecer el departamento de enfermería ha hecho posible llevar a cabo un extenso proyecto de renovación en ese departamento, además de las reparaciones ordinarias.

La casa puede alojar a otros pocos ocupantes. El Comité de Admisión de la “Linda Vista” siempre está dispuesto a considerar con todo gusto las solicitudes de los practicistas y enfermeros elegibles cuyos nombres hayan figurado en el directorio de The Christian Science Journal por cierto número de años. El año pasado se aceptaron catorce nuevos residentes.

Un fondo dotado generosamente por un miembro de La Iglesia Madre y administrado por los Fideicomisarios de la Casa “Linda Vista” ha extendido ayuda durante el año a treinta y cuatro practicistas y enfermeras radicados en sus propias casas en los Estados Unidos y otros países.

El número de estudiantes matriculados en los cursos de enfermería de ambos sanatorios el año pasado ascendió a unos noventa. Hay en el Campo una demanda siempre en aumento de enfermeras y enfermeros debidamente habilitados. Este ramo del servicio ofrece oportunidad de prestar servicios urgentemente requeridos en conexión con la práctica de la Christian Science, y merece la atención diligente de los que estén preparados para adoptar este trabajo. Toda solicitud de admisión a los cursos de entrenamiento será bien recibida.

Durante el año quedó listo un nuevo sitio de estacionamiento convenientemente ubicado detrás del Sanatorio de Chestnut Hill, y ya está probando ser de gran conveniencia para los huéspedes y los visitadores. Entre las mejoras de que ha sido objeto el Sanatorio de Chestnut Hill se cuenta la renovación de la Sala de Recepción y de su mueble. También las canchas de tenis han sido reniveladas y reallanadas, quedando en excelente condición.

En el Sanatorio de San Francisco se entapizaron de nuevo los asientos del Salón de Actos. También se compraron nuevos himnarios para reemplazar los viejos usados por muchos años. La solana de la planta baja ha sido convertida en biblioteca y Sala de Lectura para los residentes habiendo sido redecorada completamente.

Agradecemos las muchas cartas que hemos recibido tanto de los residentes como de los empleados en las que dan las gracias por las bendiciones de que fueron objeto en nuestras instituciones de beneficencia. Las siguientes palabras del mensaje que envió Mrs. Eddy a Primera Iglesia Científica de Cristo, en Chicago, Illinois, bien pueden aplicarse igualmente a nuestros Sanatorios y a la Casa “Linda Vista” (The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 182): “Que los que vagan por el desierto de las creencias y temores mortales se dirijan a aquí con confiada esperanza. Que las aves de paso den reposo a sus fatigadas alas entre el bello follaje de esta viña de Su cultivo, refugiándose de las tormentas y quedando a cubierto de la tempestad.”

Informes del Campo

Muchas fueron este año las filiales de La Iglesia Madre que le enviaron cartas de salutación evidenciando que la Causa progresa constantemente, mostrando un crecimiento vigoroso y fructífero. El tiempo asignado a su lectura permitió que se le leyeran sólo unos cuantos de los informes. Fueron leídos por Mrs. Bertha S. Holloway, de Salt Lake City, Utah, y J. Lingen Wood, de Vancouver, Columbia Británica.

Primera Iglesia, Perth, Australia, se alegra de que en agosto de 1953 se terminó la instalación de un órgano de caños con tres teclados que recibió por carretera de Brisbane, una distancia aproximadamente de seis mil cuatro cientos kilómetros. Este magnífico instrumento nuevo ha engrandecido mucho la dignidad musical de los servicios religiosos y ha aumentado el gozo con que se cantan los himnos.

La Sociedad de la Christian Science en San Juan de Puerto Rico ha logrado entender los recursos correctamente, por lo cual ha llevado a cabo grandes mejoras en el edificio de su iglesia que no hacen más que reflejar su mejor concepto de la Iglesia. Ha hecho una instalación de equipo acondicionador del aire, dando por resultado más quietud en el templo y un influjo mayor de paz en los servicios.

Curaciones incidentales por la Christian Science,

Testimonios de curaciones cuidadosamente comprobadas, recibidos de diferentes regiones del mundo, se leyeron a continuación, mostrando el benéfico poder curativo del Cristo, la Verdad, según lo revela la Christian Science.

Se clausuró la asamblea cantando la Doxología.

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