No tenemos más que contemplar la escena que presenta el mundo para comprender por qué Mary Baker Eddy estableció The Christian Science Monitor.
Vemos que se desenvuelve la situación que Mrs. Eddy describió como sigue en la página 97 de “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras:” “Cuanto más destructiva se vuelva la materia, tanto más aparecerá su nada, hasta que la materia llegue a su cenit en la ilusión y desaparezca para siempre.”
Es pues grande la necesidad que tiene la humanidad de la misión que puede desempeñar nuestro diario, preparando el terreno para que la Christian Science lleve a cabo plenamente su ministerio curativo. Nos hallamos en una de las grandes horas de la historia humana repletas de oportunidades. Es trascendental la tarea del Científico Cristiano. Consiste en ayudar a la humanidad a ver que la nueva capacidad que han adquirido los mortales para reconcentrar y dar rienda suelta a la potencia material puede ser un paso hacia adelante probando la supremacía del hombre sobre la materia en vez de ser un paso hacia atrás por el despeñadero de la destrucción de uno mismo.
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