La Christian Science es una religión científica, congenial y servicial que ha venido al mundo a desvanecer el sueño de que hay vida en la materia y a despertar a la humanidad al reconocimiento de que la Vida es Dios; que la Vida es eterna; que Dios, el bien, es supremo, la única presencia y el único poder; y que el hombre, la imagen y semejanza de Dios, es espiritual e inmortal.
Una de las muchas verdades que revela la Christian Science es la de que Dios es el único que cura. El versículo bíblico siguiente confirma tal declaración (Isaías 45:22): “ ¡Mirad hacia mí y sed salvos, todos los términos de la tierra; porque yo soy Dios, y no hay otro alguno!”
Quizá alguna vez hayamos oído decir a un amigo a algún miembro de su familia que haya estado enfermo: “Duérmete ahora, y en la mañana ya estarás bien.” Nosotros mismos puede que hayamos dicho o pensado eso alguna vez. Pero la Christian Science nos enseña que despertar a la vida en el Espíritu es el requisito verdadero a fin de sanar.
Si consultamos la Biblia, hallamos estas palabras (Efesios 5:14): “Despiértate tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo.” El despertamiento a la comprensión de Cristo, la Verdad, trae curación. El sueño en sí no es un agente curativo. Dice Mary Baker Eddy en la página 4 de sus Miscellaneous Writings: “El pensamiento imbuido en pureza, Verdad y Amor, instruido en la Ciencia de la curación metafísica, es el agente remediador más potente y deseable en la tierra.”
La Christian Science no aboga por que se deje de dormir a este punto actual de nuestro progreso. Con efecto, un sueño normal es a menudo el resultado de la demostración espiritual. Lo que hace esta Ciencia es enseñarnos a confiar en Dios en vez de en la materia para lograr curación, descanso y refrescamiento recuperativo. Hay que reconocer que sólo la Mente divina es curativa y redentriz.
Si uno encuentra que necesita curarse, a Dios se vuelve luego, mediante la Christian Science, reconociéndolo como la Vida, la Verdad y el Amor que curan. Así encuentra que sana entendiendo con claridad que Dios perfecto y el hombre perfecto están en realidad presentes aquí y ahora.
Si pues la curación se logra con la comprensión actual de las verdades cristiano- científicas, ¿cómo hallarla en el sueño, que es un estado de inconsciencia? Que eso no es posible, lo implica así Mrs. Eddy en la página 298 de Miscellaneous Writings: “El verdadero estar consciente es la salud verdadera. Dice uno: ‘Yo hallo alivio de mi dolor en el sueño inconsciente.’ Yo digo: Te equivocas; estando inconsciente, no logra uno aliviar su dolor más de lo que logra quedar inmune al mal.”
Christian Science, la luz de la Verdad, ha venido a librar a la humanidad de toda creencia errónea. Una de ellas, que reclama la atención de la humanidad y trata de esclavizarla, es la creencia que alega que sin dormir cierto número de horas no puede uno desempeñar bien sus tareas.
Lo que consta en la Biblia refuta ese argumento y muestra que es falso. Jesús solía ascender a una montaña y orar allí toda la noche, y al día siguiente desempeñaba muchas curaciones maravillosas. Es evidente que el Maestro entendía la ley divina que nos sostiene, estando consciente de la cual nos hace descansar y nos vigoriza más que muchas horas de estar dormido.
El caso siguiente ejemplifica lo provechoso que es confiar en Dios. Un Científico Cristiano se esforzaba por resolver cierto problema de malestar físico que lo había venido desvelando casi toda la noche por muchos meses. A veces dormía sólo una media hora a trechos de cinco minutos cada vez o trecho. Otras veces permanecía despierto toda la noche. Mientras estaba despierto se ponía a leer la Biblia y el libro de texto, “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por Mrs. Eddy. Cada mañana podía levantarse e irse a trabajar desempeñando sus deberes como de costumbre, que incluían andar de acá para allá entrevistando clientes la mayor parte del día. Ni una sola vez le dijo ninguno de sus asociados: “Pareces estar cansado o soñoliento.”
Las verdades que lo sostuvieron hasta que por fin sanó son las que contiene la Sección 1 del Artículo XVII del Manual de La Iglesia Madre. Dice allí nuestra reverenda Guía: “Al Científico Cristiano no le fatiga la oración, la lectura de la Biblia o del libro de texto de la Christian Science. La diversión y el ocio cansan. La Verdad y el Amor dan descanso al fatigado y agobiado.”
Meditando en la Verdad descansamos, nos refrescamos o alentamos y sanamos. Luego al irnos a acostar no hay que admitir ninguna sensación de fatiga. En vez de eso, volvámonos a Dios en oración, contemplando la Verdad, recibiendo la inspiración del Espíritu, reflexionando claramente en que Dios es Todo, y así nos quedaremos dormidos refrescadamente.