Con el corazón lleno de gratitud deseo dar testimonio de las muchas bendiciones y curaciones que he recibido a través de la Christian Science. Esta Ciencia vino a conocimiento de nuestra familia en un momento en que la desesperación y la ansiedad reinaban en nuestro hogar. Los doctores habían pronosticado para mi esposa una vida de invalidez. Una amiga que conocía la Christian Science vino a verla y le dijo: “Aférrate con fe al pensamiento que Dios puede sanar todas tus enfermedades.” Le fué dado tratamiento en la Christian Science y poco después la curación se efectuó completamente. Por medio de Ciencia y Salud por Mrs. Eddy y la demás literatura de la Christian Science nos impusimos acerca de la verdad curativa que esta Ciencia aporta a la humanidad. A esa misma época fui sanado de una seria afección al estómago.
Durante los años que duró la segunda guerra mundial y en los años siguientes tuvimos tantas pruebas de guía y protección que sería imposible relatarlas todas. Desearía contar acerca de un maravilloso ejemplo de la protección divina experimentada mientras trabajaba en una mina de carbón en calidad de minero. Por la Christian Science había aprendido que debía creer en la presencia de Dios en todo momento. En este día en especial estas palabras continuaban a presentárseme (Himnario de la Christian Science, No. 77):
Dios es mi potente salvación.
¿A qué enemigo he de temer?
A varios otros hombres y a mí se nos había encomendado la peligrosa tarea de quitar las vigas de acero del pozo de la mina que medía más de trescientos setenta metros de profundidad. Como era imposible hacer el trabajo de otra manera, una pesada plancha había sido colocada a través de la abertura y sobre la cual estaba yo parado, para de ese modo y con una lámpara de soldar poder cortar las vigas. Cumpliendo con ciertos reglamentos me coloqué un cinturón de seguridad que a su vez fué atado a una otra viga. De esta manera mucho del trabajo de remoción de las vigas había sido completado.
Justo cuando había terminado de cortar una unión en una de las vigas, la viga comenzó a doblarse debido a su gran peso. Los tornillos en un extremo fueron rasados yéndose al fondo. En su caída se llevó la viga que la sostenía y a la cual se hallaba la cuerda que a su vez tenía yo amarrada al cinturón de seguridad. Allí estaba yo parado sobre la plancha pero aún atado a la viga que se desplomaba. No obstante se deslizó por el lazo de la cuerda de manera que no me arrastró consigo al fondo. La cuerda ni tan siquiera se enganchó en los rebordes que sobresalían al extremo de la viga.
Cuando el primer momento de espantosa incertidumbre hubo pasado y fuimos capaces de hablar nuevamente, mis compañeros me dijeron: “Esto ha sido un milagro.” Al momento me di cuenta que el Amor siempre presente me había protegido de un verdadero desastre. Todo lo que pude hacer fué dar gracias a Dios una y mil veces. Después que me hube calmado, me percaté cuán prodigiosamente efectivo había sido el pensamiento protector de las palabras del himno que constantemente habían llenado mi consciencia antes del acaecimiento: “Dios es mi potente salvación.”
La Christian Science nos enseña la verdadera redención de todo error. Sabemos que como hijos de Dios estamos bajo Su protección. Me siento sinceramente agradecido por esto y por ser miembro de La Iglesia Madre y de una iglesia filial, donde me es dado tomar parte en sus actividades de manera que la gran obra de nuestra venerada Guía, Mary Baker Eddy, se vea promovida para gloria de nuestro Padre-Madre Dios y para bendición de toda la humanidad.—Altenbögge-Bönen, Vestfalia, Oeste de Alemania.
Deseo confirmar el testimonio de mi esposo respecto a mi curación y sus propias experiencias. Tan pronto como entró a la casa después de esa maravillosa experiencia de protección, sentí que algo muy excepcional había ocurrido.
Con un corazón lleno de sinceridad deseo expresar mi gratitud por los privilegios y el amor que han llenado mi vida, por todas las bendiciones y las curas y por ser miembro de La Iglesia Madre y de una iglesia filial. Mediante el estudio de Ciencia y Salud por Mrs. Eddy me he convertido en una persona feliz que ha aprendido a comprender mejor la Biblia.—