Con el corazón lleno de gratitud deseo dar testimonio de las muchas bendiciones y curaciones que he recibido a través de la Christian Science. Esta Ciencia vino a conocimiento de nuestra familia en un momento en que la desesperación y la ansiedad reinaban en nuestro hogar. Los doctores habían pronosticado para mi esposa una vida de invalidez. Una amiga que conocía la Christian Science vino a verla y le dijo: “Aférrate con fe al pensamiento que Dios puede sanar todas tus enfermedades.” Le fué dado tratamiento en la Christian Science y poco después la curación se efectuó completamente. Por medio de Ciencia y Salud por Mrs. Eddy y la demás literatura de la Christian Science nos impusimos acerca de la verdad curativa que esta Ciencia aporta a la humanidad. A esa misma época fui sanado de una seria afección al estómago.
Durante los años que duró la segunda guerra mundial y en los años siguientes tuvimos tantas pruebas de guía y protección que sería imposible relatarlas todas. Desearía contar acerca de un maravilloso ejemplo de la protección divina experimentada mientras trabajaba en una mina de carbón en calidad de minero. Por la Christian Science había aprendido que debía creer en la presencia de Dios en todo momento. En este día en especial estas palabras continuaban a presentárseme (Himnario de la Christian Science, No. 77):
Dios es mi potente salvación.
¿A qué enemigo he de temer?
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