¿Cuántas veces tuviste hoy que escoger entre un buen y un mal pensamiento? ¿Sabes de la ocasión en que Jesús tuvo que escoger qué clase de pensamientos debía escuchar?
Pues bien, esta es otra historia verdadera, y es acerca de un niñito que descubrió lo que eran los pensamientos. Y aprendió a escoger entre los pensamientos que vienen de Dios, que son buenos, y los pensamientos que son malos y que nos traen dificultades al tentarnos para que actuemos mal.
Ricardito vivía en una casa que tenía pisos muy resbalosos; esos pisos que son tan fabulosos para deslizarse en ellos. Y ¡cómo le gustaba deslizarse cuando se quitaba los zapatos! A su papá y mamá no les gustaba mucho cuando él se deslizaba rápidamente por el pasillo. Siempre le recordaban que era peligroso y que no debía dejarse tentar para hacer tonterías.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!