En el primer capítulo del Génesis leemos: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza... Y creó Dios al hombre a su imagen... varón y hembra los creó”. Gén. 1:26, 27; La Ciencia Cristiana nos dice en las palabras de Mary Baker Eddy: “Dejad que aparezcan ‘el varón y la hembra’ de la creación de Dios”. La Sra. Eddy hace esta declaración que antecede en el libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras: “Aceptemos la Ciencia, abandonemos todas las teorías basadas en el testimonio de los sentidos, renunciemos a los modelos imperfectos e ideales ilusivos, tengamos una sola Mente, un solo Dios, y éste perfecto, produciendo Sus propios modelos de excelencia”.Ciencia y Salud, pág. 249;
La cita de la Sra. Eddy: “Dejad que aparezcan ‘el varón y la hembra’ de la creación de Dios” no se logra con peticiones vanas, castillos en el aire o la voluntad humana. Requiere que cedamos activamente a las exigencias de Dios. Exige de la persona, buena disposición y vigilancia, obediencia, humildad y amor.
A fin de que “aparezcan ‘el varón y la hembra’ de la creación de Dios” en nosotros mismos, se requiere luchas poderosas consigo mismo, una regeneración espiritual y profunda que repudie la identidad material y reconozca al hombre a la semejanza de Dios, como la expresión individual de Su entidad completa.
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