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Espiritualizando el pensamiento al meditar sobre Ciencia y Salud

Del número de abril de 1975 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


El pensamiento espiritualizado es el resultado de pensar consistentemente desde una base espiritual. El primer paso en esta espiritualización es el deseo de lograrla — un deseo constante y apremiante de conocer lo que es espiritualmente verdadero, de comprender las verdades acerca de Dios, del hombre y del universo, de estar consciente del reino espiritual de la Mente divina y sus ideas. Este cambio en la naturaleza misma de nuestra manera de pensar es el resultado de considerar las ideas espirituales y de meditar sobre las cosas del Espíritu, Dios. De este modo permitimos que las verdades espirituales nos gobiernen.

El deseo de espiritualización conduce al estudiante de la Ciencia Cristiana a recurrir habitualmente al libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud por la Sra. Eddy. Por muy frecuente o profundamente que participemos de sus riquezas siempre hay una continua provisión adicional inagotable de renovadora inspiración, de nuevos panoramas mentales, de desconocidas riquezas espirituales a nuestra disposición en todo momento. Este libro es un manantial de ideas espirituales en el que podemos confiar.

Ciencia y Salud nació del deseo de toda la vida, profundo y vigoroso de la Sra. Eddy de conocer y obedecer a Dios. Escrito bajo la inspiración dirigida por Dios, está en armonía con las enseñanzas de Cristo Jesús, e interpreta las Escrituras en su sentido espiritual. El libro explica la Ciencia divina del ser; expresa en un lenguaje comprensible las cosas profundas de Dios; espiritualiza el pensamiento de todo sincero buscador de la Verdad.

A medida que usamos este libro de texto, la espiritualización resultante se manifiesta en distintos grados de acuerdo a nuestra actividad mental. La persona que lee Ciencia y Salud puede lograr gran comprensión espiritual a través de esta lectura — aunque es posible que su lectura sea meramente un substituto de la reflexión. Quien estudia el libro de texto puede llegar a comprender ampliamente las verdades que expone — sin embargo, es posible que esta comprensión sea sólo académica. Mas el estudiante que analiza profunda y continuamente las ideas espirituales contenidas en el libro de texto, y se regocija en ello, adquiere una expansión espiritual de pensamiento que no puede obtenerse de ninguna otra manera. ¿Por qué? Porque como consecuencia de esta clase de estudio, el individuo piensa desde una base espiritual y esto inevitablemente resulta en la espiritualización del pensamiento. La Sra. Eddy nos dice: “Tomad la Ciencia divina. Leed este libro desde el comienzo hasta el fin. Estudiadlo, meditadlo”.Ciencia y Salud, pág. 559;

Podemos reflexionar sobre una verdad espiritual, mentalmente darle una vuelta completa y observarla desde distintos ángulos. Podemos hacer preguntas sobre la verdad espiritual, hallar respuestas espirituales y prácticas, dejar que madure en nuestro pensamiento hasta que su verdad gobierne nuestra manera de pensar. Algunas veces, una sola declaración de Ciencia y Salud y sus ramificaciones infinitas, ocupa nuestro pensamiento durante días, aun semanas, hasta que verdaderamente vemos que la hemos comprendido, no solamente pensando acerca de ella. Luego se transforma en parte de la fibra espiritual de nuestro ser.

Una vez una persona me dijo: “No disfruto de la lectura del libro de texto tanto como antes porque las palabras son siempre las mismas y hay algunas que hasta me las sé de memoria”. Algún día esa persona tendrá el gozo de profundizar, en lugar de simplemente leer, las palabras familiares a fin de hallar el infinito deleite de meditar sobre las ideas. A pesar de que las palabras son las mismas, el mensaje continuamente se desarrolla. Es siempre nuevo, inspirador e infinitamente gratificador. Habiendo leído Ciencia y Salud por tanto tiempo que hasta sabemos muchos pasajes de memoria, es una constante fuente de maravilla y regocijo que una frase o hasta un párrafo se nos presente bajo una nueva luz y active nuestro pensamiento, ensanchándolo y elevándolo al tener presente y meditar sobre la declaración.

Una frase de Ciencia y Salud que ayer habíamos creído comprender, es posible que, al meditarla hoy, se desarrolle en otra línea de pensamiento completamente nueva que satisfaga nuestra hambre espiritual y eleve nuestro pensamiento hacia el reino de la belleza y bondad donde la armonía y el gozo reinan supremos. Muchas veces nos hallamos físicamente sanados al persistir en meditar sobre las verdades espirituales.

De jovencita, me aquejaba una grave dificultad física que me tenía inválida y parecía empeorar cada vez más. Después de pasar una noche particularmente penosa, tomé Ciencia y Salud y me dije: “Muchas personas se han sanado al leer este libro. Lo leeré hasta estar sana”.

Leí hasta que una frase determinada llamó mi atención. Comencé a pensar sobre ella. No recuerdo ahora cuál fue la frase, pero sé que me interesó tanto que pensé sobre su contenido toda la tarde — olvidándome completamente de mí misma y de la dificultad al regocijarme en el descubrimiento espiritual y la expansión espiritual de pensamiento resultante de esta idea. Cuando me llamaron a cenar, me hallé completamente sana. Naturalmente estaba muy agradecida por esta curación. No obstante, la expansión espiritual de pensamiento que antecedió a esta curación, me hizo sentirme aún más agradecida. El pensamiento se expande hacia esferas de armonía espiritual anteriormente desconocidas al meditar profundamente sobre las verdades espirituales del ser como son reveladas en Ciencia y Salud.

¿Acaso no es esto, en esencia, lo que Cristo Jesús, el cristiano por excelencia, expresó en su declaración: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”? Mateo 6:33. Su regla de buscar y recibir es una ley espiritual. Y, por supuesto, debemos obedecer la ley a fin de obtener las bendiciones que promete.

El buscar obedientemente primero el reino de Dios, en otras palabras, meditar acerca de la Ciencia divina del ser presentada por Jesús y expuesta en Ciencia y Salud, es una de las ocupaciones más gratificadora y satisfactoria. No obstante, algunas veces permitimos que el ladrón, el afán mortal, nos robe este tesoro. Sin pensarlo, aceptamos el cursi y turbulento substituto de la manera material de vivir por la actividad, la paz y el poder armoniosos de una vida basada en lo espiritual.

Mas podemos frustrar al ladrón. Si fielmente aprovechamos cada oportunidad y gozosamente disciplinamos nuestro pensamiento a recurrir con naturalidad a las cosas espirituales, siempre encontraremos tiempo para pensar desde una base espiritual. El meditar espiritualmente puede significar no solamente una bendición para nosotros mismos sino una ayuda activa en la solución de los problemas que enfrenta el mundo.

A medida que tomamos Ciencia y Salud y lo leemos desde el principio hasta el fin, procurando aprender de él sobre la naturaleza y la presencia del reino de Dios, las cadenas del limitado pensamiento material comienzan a romperse. A medida que calladamente meditamos sobre el mensaje sublime del valioso libro y mentalmente seguimos el desarrollo de ideas, nuestro pensamiento se eleva hacia esferas de luz espiritual. La gloria del ser verdadero amanece en la consciencia, y cada día nuestras vidas reflejan un grado más alto de armonía y paz espirituales.

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