Una iglesia filial ha visto cómo el número de habitantes de su ciudad se ha más que duplicado en cinco años.
“Al contemplar nuestra activa comunidad”, nos informa, “era evidente que muchos recién llegados — y algunos antiguos residentes — no sabían nada del objetivo de nuestra iglesia y de lo que ofrecía”. Durante la pasada primavera, después que el nuevo edificio y el jardín que lo rodea quedaron terminados, los miembros trataron de hacer algo respecto a la situación. Si bien no era nada nuevo llevar a cabo una invitación abierta al público, el empeño y entusiasmo con que lo hicieron fue de gran inspiración.
En la preparación, todos los miembros, bajo la dirección del comité de invitación, trabajaron entusiastamente manteniendo pensamientos devotos y de gran amor. Celebraron reuniones de inspiración y para la preparación de los planes. Enviaron algunas de sus atractivas invitaciones, y otras las distribuyeron de puerta en puerta en el vecindario inmediato y también a amigos y comerciantes conocidos. Una fotografía de la iglesia apareció en un periódico local acompañada de un artículo invitando a todos aquellos que desearan visitarla.
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