Cuando mi hija era niña, invitó a una amiga a pasar la noche. Su amiga Bárbara fue educada por su madre a decir “por favor” y “gracias”. Y eso fue exactamente lo que hizo la pequeña Bárbara.
Cada vez que pedía algo, decía “Por favor y gracias”. “¿Me das un vaso de leche, por favor y gracias?” “¿Me das una galleta, por favor y gracias?”
Finalmente mi hija no lo pudo soportar más. Dijo: “Bárbara, no se dice ‘por favor y gracias’. Se dice: ‘por favor’ cuando lo pides y ‘gracias’ cuando lo recibes”. Pero la pequeña Bárbara era muy firme. Dijo: “Mi mamita dijo que yo debía decir ‘por favor y gracias’ y así debe decirse”.
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