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El por favor y gracias de la oración

Del número de julio de 1979 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Cuando mi hija era niña, invitó a una amiga a pasar la noche. Su amiga Bárbara fue educada por su madre a decir “por favor” y “gracias”. Y eso fue exactamente lo que hizo la pequeña Bárbara.

Cada vez que pedía algo, decía “Por favor y gracias”. “¿Me das un vaso de leche, por favor y gracias?” “¿Me das una galleta, por favor y gracias?”

Finalmente mi hija no lo pudo soportar más. Dijo: “Bárbara, no se dice ‘por favor y gracias’. Se dice: ‘por favor’ cuando lo pides y ‘gracias’ cuando lo recibes”. Pero la pequeña Bárbara era muy firme. Dijo: “Mi mamita dijo que yo debía decir ‘por favor y gracias’ y así debe decirse”.

Este pequeño intercambio de palabras me impresionó bastante. Había estado luchando durante una semana o dos con un dolor, orando diligentemente de acuerdo con la Ciencia Cristiana. Pero no había logrado nada. Cuando ocurrió este incidente me di cuenta de que, en cierto modo, Bárbara tenía razón. En la oración científica, por lo menos, lo ideal es no decir “por favor” cuando uno pide algo y “gracias” cuando uno lo recibe, sino que se incluye el “gracias” al comienzo mismo.

Cuando Cristo Jesús se detuvo frente a la tumba de Lázaro, no dijo: “Por favor, Padre, sana a mi amigo” y luego esperó, hasta que Lázaro saliera, antes de decir “Gracias, Padre”. Comenzó diciendo: “Padre, gracias te doy por haberme oído”. Juan 11:41;

Cuando la multitud se sentó hambrienta ante él, Jesús no dijo: “Por favor, Dios, dales algo de comer”. Tomó “los siete panes, habiendo dado gracias, los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y los pusieron delante de la multitud.. . Y comieron, y se saciaron”. Marcos 8:6, 8;

Me di cuenta de que no necesitaba la “señal de los clavos” de la curación para expresar gratitud por la verdad del ser. De manera que expulsé el dolor empezando mi oración con gratitud en vez de esperar a dar “gracias” cuando hubiere sanado.

¿Por qué es la gratitud hacia Dios un elemento importante en la curación? La gratitud acciona como una especie de llave de luz, la cual cambia nuestro concepto humano de sufrimiento y temor para hacer conexión con la presencia sanadora de Dios. La Biblia enseña que Dios es Amor, y el Amor divino sabe lo que está haciendo. El Amor es consciente e inteligente. Es Mente infinita, que constituye toda consciencia verdadera, que llena todo el espacio con belleza, sabiduría y justicia. El Amor divino es universal. Este Espíritu Santo es la Mente de todos, el Alma inmortal de todos. El Amor divino es enérgico como es benigno, es activo como es tierno, es dinámico como es amable.

La humanidad sufre porque no conoce este hecho sencillo y maravilloso. Pero el Amor divino es el Principio supremo, el cual vivió Cristo Jesús para demostrarlo. Su ejemplo demostró la habilidad del Principio divino para acabar con la ignorancia humana y el error mediante la revelación, la intuición espiritual y la comprensión.

Las leyes fundamentales de la práctica de Jesús están expuestas en Ciencia y Salud por la Sra. Eddy. Este libro, el libro de texto de la Ciencia Cristiana, provee la información que eclipsa a la ignorancia. La Verdad divina es fuerza verdadera, la ley vital de disolución de creencias erróneas, y es necesario reconocer y comprender esta Verdad.

La oración en la Ciencia Cristiana no es tanto un ruego a Dios pidiéndole que haga algo, es más bien una afirmación, un reconocimiento, una comprensión, de lo que Él ya ha hecho. El trabajo del Amor está completo. La gratitud es la forma más pura de reconocer esta verdad. Es la celebración gozosa de la presencia invisible del bien — es reconocerlo con la convicción que exhala el perfume de la alegría.

La gratitud es el epítome de la afirmación. Cuando esta clase de gratitud viene antes que aparezca la curación, sirve de catalizador para la curación. El corazón se regocija cuando está convencido de la omnipotente bondad de Dios, el cuidado omnipresente del Amor. Este reconocimiento de la verdad es una canción de fe y seguridad, que trae curación. Demuestra la coincidencia de la Deidad con la humanidad. San Pablo escribe: “Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Filip. 4:6;

La presencia del Amor divino, comprendida y tomada en consideración, sana al corazón, a la mente y al cuerpo humanos con penetrante eficacia y determinación. La Sra. Eddy escribe: “Todo lo que guíe el pensamiento de un modo espiritual, beneficia la mente y el cuerpo. Tenemos que llegar a entender las afirmaciones de la Ciencia divina, desechar la superstición y demostrar la verdad según Cristo”.Ciencia y Salud, pág. 149.

Dios no es materia, ni Su creación es material. La materia no es una clase de sustancia sino una clase de concepto — un concepto o estimación erróneos de lo que realmente está aquí. Invisible a los ignorantes y materiales sentidos humanos está la presencia de la realidad espiritual — el universo de Dios reflejando toda la perfección del inteligente Amor divino. La realidad es lo que está aquí, ahora mismo. La realidad es enteramente buena. Ahí mismo donde la ignorancia se entristece por la limitación, la injusticia y el dolor — ahí, oculto por la niebla de la superstición y la impasibilidad, está Dios y Su idea, el hombre espiritual y perfecto y el universo espiritual y perfecto. En la oración cerramos nuestros ojos al sentido material con sus ilusiones y negamos sus discordias. Abrimos nuestros ojos al Espíritu y afirmamos con gozosa convicción que Dios es nuestra Vida — aquí, ahora, completa y perfecta y permanente; que somos el inmediato, espontáneo e individual reflejo de la Mente divina.

Todo lo que Dios es, y tiene, nos pertenece a cada uno de nosotros por ser Su reflejo. Necesitamos poner por obra la dinámica de la gratitud, aunque los sentidos griten ásperamente que no hay nada por qué estar agradecido. ¡Sí, lo hay! Siempre lo hay. Siempre hay realidad por qué estar agradecido. El aquí y el ahora de la perfección nos espera a que abramos la puerta con el rótulo “por favor y gracias”.

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