He sanado de una enfermedad maligna que me estaba deteriorando extensas partes del cuerpo. Aunque nunca sentí la tentación de que se me hiciera un diagnóstico médico, los síntomas de cáncer eran evidentes y a veces sentía temor.
Pero, gracias a las curaciones que yo había tenido y las que había presenciado efectuadas mediante el tratamiento en la Ciencia CristianaChristian Sciene (crischan sáiens), sabía que sólo podía tomar una decisión — confiar totalmente en los medios espirituales para mi curación. En mi familia ha habido cinco generaciones de Científicos Cristianos, por tanto, mi decisión no encontró oposición. Por ello estoy sumamente agradecida.
Aun mis amistades que no eran Científicas Cristianas, pero que sabían de la situación y que habían dicho que sólo la cirugía médica podía ayudarme, respetaron mi absoluta confianza en Dios.
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