Un químico puede añadir una pizca de un producto químico a una mezcla y producir una reacción tan básica que el producto original se transforma en algo nuevo y provechoso.
Cuando se agrega levadura a la masa, se inicia una reacción química y biológica, la cual, bajo un microscopio, se ve como una guerra feroz y terrible. Pero el procedimiento — junto con el calor del horno — transforma la masa en un pan fresco y esponjoso.
Hay un proceso químico del carácter humano también. Básicamente, no es un fenómeno físico, sino uno moral y mental, aun cuando, por cierto, influye en el bienestar físico. Tanto en el pensamiento humano latente como en el consciente, con frecuencia los conceptos y las cualidades luchan entre sí, sacudiendo la vida de los hombres y mujeres individual y colectivamente.
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