Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Mi primer contacto con la Ciencia Cristiana fue muy memorable, y...

Del número de diciembre de 1980 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Mi primer contacto con la Ciencia Cristiana fue muy memorable, y determinó mi deseo de aprender más acerca de ella. Hace unos treinta años, por habérmelo recomendado un amigo que era Científico Cristiano, busqué la ayuda de una practicista de la Ciencia Cristiana en lo concerniente a una relación difícil. Además, sufría de una inflamación muy fea y dolorosa en las manos, que había sido diagnosticada como reumatismo infeccioso. El tratamiento médico no había podido sanarla.

Al entrar en la oficina de la practicista, le expliqué que no podía darle la mano debido a mi enfermedad y le mostré mis manos. No hizo comentario alguno, sino que me preguntó la razón de mi visita. Después de haberle explicado, ella me preguntó si creía en Dios. Le contesté que yo me había criado en un hogar ateo, y que no sabía quién o qué era Dios. En seguida me preguntó: “¿Cree usted en el bien?” “¡Sí, por supuesto!” exclamé. “Entonces usted cree en Dios”, respondió suavemente. Después de eso me dio algo de literatura de la Ciencia Cristiana para que leyera; ella, mientras tanto, oraba en silencio.

En unos pocos minutos sentí que me invadía una gran paz y confianza, me sentí libre y llena de una dicha que nunca olvidaré. Cerca de media hora más tarde, cuando me levanté para retirarme, de pronto vi que mis manos estaban completamente bien, la piel estaba tersa y sana, y mis dedos habían vuelto a su tamaño normal. “¡Mis manos han sanado!” exclamé con júbilo. La practicista solamente se sonrió, y me ayudó a comprender que mi verdadero ser espiritual nunca había sufrido ninguna enfermedad. Yo estaba tan asombrada por lo que entonces me pareció un milagro, que en ese mismo momento decidí averiguar lo que había causado la curación.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / diciembre de 1980

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.