De Dios es la mano que impulsa y teje
los pensamientos que llevamos en esta brillante hora:
sus hilos entretejidos están en una
túnica de oración...
Delinear
del Principio la hermosura, que embellece
nuestros días como leyes de luz, es amar
la panoplia de Su renovadora gracia.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!