Un estudiante de Ciencia Cristiana, cuando recién comenzaba su estudio de esta Ciencia, aprendió a preguntarse a sí mismo al enfrentar alguna dificultad: “¿Qué se descubre al invertir la creencia material?” Resolvió muchos problemas enfocándolos así y curaciones físicas resultaron. Es útil preguntarnos: “¿Cuál es el opuesto de este problema?” Si Dios es Todo-en-todo, como lo explica la Ciencia Cristiana, entonces ¿cómo y dónde puede existir cualquier clase de mal? La respuesta absoluta y científica es que no existe.
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