¿Ha estado usted orando para obtener una curación? ¡Anímese! Si la curación pareciera retardarse, es posible que nos preguntemos: “¿Por qué? ¿Qué más debiera hacerse?” Veamos: ¿Hemos escrudriñado las cámaras secretas del pensamiento? ¿Hemos orado: “Líbrame de los [errores] que me son ocultos”? Salmo 19:12;
Los errores ocultos son pecados escondidos. Generalmente se considera que el pecado es el crimen, la violencia, la inmoralidad y el mal que se perpetran en todas partes del mundo, pero esto no es todo lo relacionado con el pecado. El pecado es cualquier pensamiento, palabra e impulso en la consciencia humana que sea desemejante a Dios.
Si bien es cierto que nuestros pensamientos conscientes se evidencian en nuestra vida diaria mediante nuestras palabras, contactos y actividades, no obstante, ¿qué hay oculto debajo de la superficie del pensamiento? ¿Temores secretos y esperanzas frustradas, rencores reprimidos y desaliento? Todo ello acarrea desdichas y tristeza. ¡Cuán importante es estar alerta al consejo de la Sra. Eddy!: “Velad, y orad diariamente para que las sugestiones malévolas, bajo cualquier máscara que se presenten, no se arraiguen en vuestro pensamiento ni den fruto. Examináos con frecuencia y ved si hay cualquier cosa oculta que obstaculice la Verdad y el Amor, y ‘retened lo bueno’ ”.The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, págs. 128–129;
Dios ha creado al hombre a Su semejanza: enteramente bueno. Esta semejanza es espiritual, impecable. La Mente divina constituye la consciencia del hombre. El hombre refleja los pensamientos de Dios, todos ellos caracterizados por las cualidades semejantes al Cristo, cualidades de pureza, amor, armonía, inteligencia.
Este hombre real vive en la Mente divina, en la consciencia espiritual. No está en la materia. Un cuerpo material manifiesta lo que la mente humana abriga, y las sugestiones agresivas a las cuales esta mente responde son sumamente insidiosas cuando se hallan profundamente ocultas en la llamada consciencia material. Nuestra Guía, la Sra. Eddy, escribe: “Pero en la metafísica el hecho es que sólo la mente del individuo puede producir un resultado sobre su cuerpo. La creencia que produce este resultado puede ser totalmente desconocida para el individuo, porque yace en el pensamiento inconsciente, y es la causa latente que produce el efecto que vemos”.La Curación Cristiana, pág. 6;
¿Acechan las creencias agresivas de la mente mortal como constantes ansiedades, como presagios o como tendencias ocultas inquietantes? Negad de inmediato y específicamente cada una de ellas con la verdad opuesta, con los hechos respecto a la consciencia verdadera. Simplemente no podemos permitirnos el ignorar o descuidar este trabajo en nuestro favor por despreocupación o apatía. Siempre es una falsa creencia, y no una condición física, lo que necesita curación. Un pensamiento sanado inevitablemente se manifiesta en una condición sanada.
La expulsión de creencias agresivas requiere con frecuencia autodisciplina. Más que palabras, más que leer, esta obra consiste en la oración del reconocimiento, con absoluta convicción, de que Dios está presente y que Su ley está operando en el caso específico. Cuando Moisés estaba en el desierto luchando con la profundamente arraigada duda acerca de sí mismo, Dios le dijo que arrojara su vara, y cuando ésta se convirtió en culebra le fue ordenado que la tomara por la cola. Ver Éx. 4:1–4; Nosotros también tenemos que tomar una falsa creencia “por la cola”; dominar sin temor sus destructivos argumentos hasta aniquilarlos. Nuestro progreso es mayor cuando prestamos total atención al pensamiento en lugar de prestarla a la evidencia humana de curación.
Hace poco sentí el poder purificador de la Verdad cuando, después que hube orado para resolver un problema durante muchos meses, de pronto me apareció en el cuerpo un tumor con inflamación. A pesar de que en seguida redoblé mis oraciones, la condición empeoró en lugar de ceder, y pedí ayuda a una practicista de la Ciencia Cristiana. Mediante sus oraciones fue evidente que necesitaba yo sanar de temor y de obstinación. Tuve que abandonar mis opiniones y sentimientos humanos acerca de la situación específica que me había estado perturbando, y confiar en el gobierno de Dios. Una vez que el temor fue destruido y pude ver que la ley divina de perfección universal estaba operando, el tumor se abrió, drenó, y se secó y desapareció.
La Sra. Eddy dice de Cristo Jesús: “El daba mucha importancia a la acción de la mente humana, invisible a los sentidos”.Ciencia y Salud, pág. 234; La Biblia nos relata más de un caso de curaciones inmediatas al haber Jesús detectado y expulsado el pecado. Al hombre en el estanque de Betesda, le dijo: “Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor”. Juan 5:14; Después que Jesús hubo echado de María Magdalena “siete demonios” Marcos 16:9. — males de alguna clase — ella se volvió en una devota amiga suya y fue la primera en verlo después de su resurrección.
No hay problema, por muy obstinado que sea, que el Amor infinito no pueda penetrar y ¡hacer añicos! Ningún error oculto puede escapar de la luz de la Verdad. El efecto purificador de la oración perseverante puede revelar la necesidad de hacer un gran esfuerzo para desprendernos del error y también expresar mucha abnegación. Pero la perseverancia conducirá hacia la paz y hará de nuestros más íntimos pensamientos un santuario.
