“Ayúdanos a ver... que Tus hijos siempre moran en la fortaleza de Tu amor”,Himnario de la Ciencia Cristiana, N.° 203 (según versión del Himnario en inglés). implora un himno. ¿Podría la fortaleza ser la consciencia espiritual e indestructible de la protección, abrigo, seguridad y provisión de Dios? En realidad, la identidad eterna del hombre está rodeada por el Amor protector que nos bendice y enriquece.
De vez en cuando nuestra seguridad puede verse acosada, pero podemos reconstruir un sentido de hogar basado en la fortaleza espiritual del Amor, mas cuando comprendamos la naturaleza espiritual de la seguridad en toda su profundidad, podremos reconstruir un sentido de hogar basado en la fortaleza espiritual del Amor. Esta comprensión más elevada de hogar resiste los ataques del mal, porque la fortaleza del Amor tiene la fuerza intrínseca del Espíritu que resiste todos los pensamientos que merodean. Y la abundancia de bien jamás puede disminuir, ya que el Amor continuamente la mantiene con la corriente de pensamientos correctos, entendimiento, más una inagotable provisión de dirección y realización.
El hogar en su sentido más elevado es, en realidad, una fortaleza. Es un poder para el desarrollo y refrigerio. En una de sus biografías se cita que la Sra. Eddy dijo: “El hogar no es un lugar, es un poder”. Robert Peel, Mary Baker Eddy: The Years of Authority (New York: Holt, Rinehart and Winston, 1977), pág. 349.
El hogar como “la fortaleza de Tu Amor” puede revelarse como un concepto mental y espiritual mucho antes que lo veamos expresado humanamente. La Sra. Eddy nos informa: “La consciencia construye un cuerpo mejor cuando la fe en la materia se ha vencido”.Ciencia y Salud, pág. 425. De esto naturalmente se deduce que cuando la fe en las limitaciones y condiciones materiales se ha superado, la misma ley espiritual está disponible para corregir nuestros conceptos y experiencia con relación a la vivienda y abrigo adecuados.
La ubicación, el precio, la tasa de intereses, la disponibilidad de crédito y fondos a veces parecen interponerse en nuestro camino. Pero ninguna condición material puede levantar una barrera permanente a nuestra oración sincera para la debida manifestación de la fortaleza del Amor en nuestra experiencia. El Amor y su afectuosa expresión son supremos. Detrás de cada símbolo temporal necesario en la actualidad, está una idea de la Verdad que impulsa y que es eterna, que ya opera poderosamente y espera nuestro reconocimiento.
Esto no quiere decir que podemos de alguna manera “soñar despiertos” que obtendremos un cuerpo mejor, compañerismo, o un hogar en nuestra experiencia. Nada que sea permanente o verdaderamente constructivo nos llega de esta manera. No es una “casa perfecta”, ni una ubicación absolutamente ideal para nuestra residencia, lo que reconocemos y manifestamos en nuestra experiencia. La respuesta a nuestras necesidades humanas es el resultado de nuestra aceptación de los hechos espirituales ya que nuestra morada es ahora mismo la fortaleza del Amor. Esta verdad, firmemente abrigada en nuestras oraciones, puede liberarnos y progresivamente nos liberará de las limitaciones de refugio y vivienda.
Como verdaderos cristianos, los estudiantes de Ciencia Cristiana se esfuerzan por demostrar, como Cristo Jesús lo demostró, que nuestro Padre celestial responde a las necesidades de cada uno de Sus hijos. La demostración de hogar como fortaleza espiritual del Amor, debe beneficiar a todos dentro de la esfera de nuestro pensamiento. Debe consolar, proteger y ayudar al desarrollo de cada miembro de la familia. La fortaleza del Amor, como un baluarte de antaño, atrae, rodeando afectuosamente a todos aquellos que son receptivos a su bondadoso cuidado. Aún más, esta fortaleza tiene provisión infinita de bien dentro de sus contornos afectuosos, y allí cada uno posee un continuo desarrollo de bien en todas sus manifestaciones.
La que escribe recuerda con profunda gratitud el fruto de una demostración de la ley de provisión de Dios que fue manifestada a sus padres y a ella cuando era una niña. No sólo la necesidad se había provisto, sino que la casa continuó prestando su utilidad a medida que se suscitaron cambios.
Mediante la sincera oración por comprender la verdad acerca de nuestra actual morada espiritual, la fortaleza del Amor, podemos superar todo temor de limitaciones y condiciones materiales o fe en ellas, y encontrar el hogar que necesitamos.