Conocemos muy bien al que regresó a dar gracias a Cristo Jesús. Pero otros nueve leprosos también fueron limpiados. Ver Lucas 17:11–19. No los conocemos tan bien. Me he preguntado acerca de ellos; me gustaría simplemente sentarme con esos hombres y charlar un poco. ¿Por qué no regresaron? ¿Qué pudo haber sido tan apremiante que no los dejó ver al Cristo sanador y decir simplemente gracias?
Supuse que éstas eran preguntas a las que el mundo, en realidad, jamás podría responder. Pero eso fue antes que me encontrara con algunos de esos hombres una mañana temprano. Bueno, los encontré de una manera única. Estaba estudiando el relato en la Biblia, moviendo la cabeza sin poder creerlo — con un poco de fariseísmo — hasta que vivamente recordé que la Biblia es mucho más que sólo un relato histórico. Sus lecciones espirituales son penetrantes; nos hacen discernir poderosamente nuestra propia vida. Fue entonces cuando me vi cara a cara con algunos de esos nueve.
En el día anterior, ¿cuántas veces había el Cristo, la Verdad, influido mi vida?
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