Gran parte de la humanidad ha sido educada a aceptar la creencia de que el hombre es un mortal que se enferma debido a tales cosas como el tiempo, la alimentación, la edad, los accidentes, condiciones hereditarias, contagio, o quizás debido a algún mal funcionamiento inexplicable del cuerpo.
Muchos no se dan cuenta del efecto que tienen los pensamientos de la persona sobre la salud, y así la causa mental de la enfermedad a menudo se ignora. Se hace caso omiso del tratamiento metafísico, que cura exclusivamente al espiritualizar el pensamiento y ponerlo en consonancia con la realidad divina.
Pero la Sra. Eddy, quien por muchos años sufrió de una seria enfermedad, dice: “La causa de toda llamada enfermedad es mental, es un temor mortal, una creencia o convicción equivocada de que la mala salud es necesaria y que tiene poder; también es un temor de que a la Mente le es imposible defender la vida del hombre y que es incompetente para gobernarla”.Ciencia y Salud, pág. 377.
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