El método de curación de la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens) trae al sentido humano un reconocimiento cada vez mayor del infinito poder del Amor divino y de su disponibilidad para sanar y salvar. Para el pensamiento material, la existencia de un poder espiritual restaurador, invisible a los sentidos pero al alcance de la humanidad, parece sumamente incomprensible. Sin embargo, las innumerables e importantes curaciones obtenidas como resultado de una confianza radical en el Padre-Madre Dios — sobre todo las de Cristo Jesús, pero también las que sus primeros seguidores llevaron a cabo y las realizadas en la época moderna por medio de la Ciencia Cristiana — dan testimonio del poder sanador otorgado por Dios, el cual se puede descubrir comprendiendo lo que el Salvador enseñó e hizo.
Nuestro Maestro identificó el origen de este compasivo poder curativo cuando dijo: “... el Padre que mora en mí, él hace las obras”. Juan 14:10. Explicó sin lugar a dudas que este poder está al alcance de sus fieles seguidores: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Juan 8:31, 32.
La teología de la Ciencia Cristiana es congruente con su práctica correcta. Por ejemplo: La premisa de un Dios perfecto lleva a la conclusión del hombre perfecto a Su semejanza. La premisa del poder omnímodo del Principio divino, Dios, lleva la la conclusión de que Su ley está presente aquí y ahora y, en verdad, gobierna al hombre. La premisa de Su bondad perfecta como Vida y Amor infinitos lleva a la conclusión de que Su ley y Su poder, entendidos y utilizados, nos confieren salud y redención.
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