“Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella”. Job 2:2. Por medio de este versículo el libro de Job nos comunica en términos pictóricos que el mal evade la respuesta a la pregunta, pues no tiene ni lugar de origen ni sitio que ocupar. El mal parece estar presente únicamente si le damos cabida en nuestro pensamiento.
Pero aun cuando, como Científicos Cristianos, sabemos que el mal no es real porque Dios, el bien, es la única realidad, a veces nos preguntamos cómo se infiltró en nuestra experiencia.
Esto me molestó por muchos años, a pesar de que había probado, sin sombra de duda alguna, que ver la irrealidad del mal destruye su supuesta presencia.
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