“¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!”, Mateo 14:27. dijo Cristo Jesús. Es necesario tener humildad para escuchar la tierna y poderosa bendición del Cristo que ese mensaje encierra. Es indispensable para nosotros en todo momento.
Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia CristianaChristian Science (crischan sáiens), hace hincapié en la paternidad y maternidad de Dios en todos sus escritos. Cuando nos enfrentamos a un problema, podemos confiar en esa presencia que nuestra Guía describe en la siguiente definición: “PADRE: Vida eterna; la Mente única; el Principio divino, comúnmente llamado Dios”.Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, pág. 586. Pero, además, debemos también comprender otra verdad tal como ella la presenta: “Dios es nuestro Padre y nuestra Madre, nuestro Ministro y el gran Médico. Él es el único pariente verdadero del hombre en la tierra y en el cielo”.Escritos Misceláneos, pág. 151. Por tanto, en cualquier situación, la percepción de la presencia maternal y paternal de Dios trae consigo una profunda sensación del cuidado, el perdón y la misericordia de Dios. Esta certeza disipa la ansiedad.
El hecho es que el hombre es espiritual, no material; saludable, no enfermo. Esto significa que podemos sentirnos victoriosos, no en medio de la lucha. El Amor divino — nuestra Madre, nuestro Padre, Médico y Ministro — nos está prodigando todo el bien. “Aplicados a la Deidad, Padre y Madre son términos sinónimos; significan un solo Dios”,Message to the Mother Church for 1900, pág. 5. escribe la Sra. Eddy.
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