Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Bajo el esplendor del sol

Del número de mayo de 1983 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Cuando recibí la carta anunciando que había sido aceptada como miembro de La Iglesia Madre, una sensación de profundo gozo inundó mi pensamiento, un gozo como nunca lo había sentido antes. Pero llegó el momento en que tuve que comprender más a fondo el significado de este vínculo con La Iglesia Madre, esta unidad, y los deberes espirituales que había aceptado. “Unidad es cooperación espiritual, de corazón a corazón ...”,The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 162. dice la Sra. Eddy, la Fundadora de La Iglesia Madre.

¿Cómo coopera La Iglesia Madre con nosotros? Expresando la esencia del amor maternal de Dios. Por medio de sus actividades — autorizadas en el Manual de La Iglesia Madre por la Sra. Eddy — que incluyen la publicación de Ciencia y Salud y demás literatura autorizada de la Ciencia Cristiana, La Iglesia Madre mantiene sin adulterar las enseñanzas de esta Ciencia y responde ininterrumpida e incansablemente a nuestras necesidades espirituales.

¿Cómo cooperamos espiritualmente con La Iglesia Madre nosotros los miembros? Incluyendo a la Iglesia en nuestro amor, del mismo modo que lo hacemos con nuestra filial de esa Iglesia, o sea, la Iglesia de Cristo, Científico. Esto demuestra que la unidad derivada del Principio divino, el Amor, es invulnerable. Amar con gozo es nuestro deber espiritual. Motivados por la gratitud podemos gobernar nuestra vida entera con las leyes de la Vida, la Verdad y el Amor divinos, y así respetar estrictamente las enseñanzas de la Ciencia Cristiana.

La iglesia filial es apoyada y da frutos en la proporción en que demuestra su unidad espiritual con el río infinito del Amor, que circunda a La Iglesia Madre y todas sus filiales, ciertamente, a la humanidad entera. El ejemplo que nuestro gran Maestro, Cristo Jesús, da del pámpano y la vid ilustra claramente esta unidad del Amor. “Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí”. Juan 15:4.

La comprensión de lo que significa ser miembro de La Iglesia Madre y de una filial es necesaria no sólo para el progreso espiritual individual, sino además para el progreso de la iglesia. El que nosotros alcanzáramos y mantuviéramos la consciencia de nuestra unidad espiritual con el concepto verdadero de Iglesia elevaría la noción limitada y finita de la función que desempeña la institución humana en el mundo. Nos ayudaría a obtener la revelación de la elevada visión de la actividad universal del Amor y la Verdad y a mantener esa visión.

Sólo un momento de revelación de lo que representan La Iglesia Madre y sus filiales en su unidad espiritual y en la misión divina que realizan mediante sus miembros, sería suficiente para disipar cierta medida de sentido personal y capacitarnos para encontrar la humildad del Cristo, para vislumbrar la unidad del hombre con Dios, y para aceptar el gobierno absoluto de la Mente divina en los asuntos de la iglesia. En ese momento de visión espiritual, el egotismo, la crítica, las acusaciones, la justificación propia y la creencia en limitaciones cederían a la comprensión y al amor fraternal. Como resultado serviríamos con mayor dedicación y tendríamos ese grande y puro sentido de gratitud por la gracia de ser parte de la representación humana de “la estructura de la Verdad y el Amor”. (Esas palabras de la Sra. Eddy en Ciencia y Salud sirven de introducción a su definición de “Iglesia”, que se cita por completo más adelante en este artículo.) Nuestro pensamiento puro e inspirado bendeciría a la humanidad. Como dice la Sra. Eddy: “De esto podemos estar seguros: de que los pensamientos alados de paz y amor exhalan una bendición silenciosa sobre toda la tierra, cooperan con el poder divino, y amparan sin saberlo la obra de Su mano”.Escritos Misceláneos, pág. 152.

Cuando trabajamos en una iglesia filial, estamos al servicio del Principio divino que La Iglesia Madre con sus filiales representa. Como institución humana, La Iglesia Madre es un bastión contra la mente carnal, revelando el amor infinito de Dios hacia el hombre a Su imagen y semejanza. Ejemplifica el gobierno por la ley divina. Ayuda a mantener vivas las enseñanzas de Cristo Jesús. Su misión en el mundo es especial y la está llevando a cabo, siguiendo las direcciones que Dios dio a la Sra. Eddy.

¿Qué importancia tienen la Iglesia verdadera y su estructura espiritual? No hace mucho tuve que comprender más plenamente esta pregunta y ver la unidad que existe entre la idea espiritual, el hombre, y la idea espiritual, Iglesia.

En nuestra iglesia filial muchos de nuestros miembros estaban cayendo en un ambiente de discordia y crítica. Esto estaba afectando de tal manera mi paz y gozo que sentía la discordia cuando servía a la iglesia. Pronto ese falso concepto se manifestó en fiebre y dolor agudo, aunque yo no había discernido que la enfermedad era resultado de la discordia y la falta de amor que yo sentía en la iglesia. Pero una noche los síntomas parecieron empeorar, y yo oré, esperando la idea sanadora que disiparía la oscuridad. La definición de “Iglesia” en Ciencia y Salud me vino a la mente:

“La estructura de la Verdad y el Amor; todo lo que descansa en el Principio divino y procede de él.

“La Iglesia es aquella institución que da prueba de su utilidad y eleva a la raza humana, despierta al entendimiento dormido de las creencias materiales para que comprenda las ideas espirituales y demuestre la Ciencia divina, y así echa fuera a los demonios, o al error, y sana a los enfermos”.Ciencia y Salud, pág. 583.

Mientras declaraba esto, empecé a incluir en mi pensamiento a todas las filiales de la Iglesia de Cristo, Científico, que conocía. Mi consciencia se aclaró. La iglesia me pareció como un refugio contra la oscuridad de la mente mortal, como un bastión contra el mal. Entonces, La Iglesia Madre me vino al pensamiento. La vi, con su enorme cúpula iluminada, como un símbolo del Amor divino, de Dios, la Madre, abrazando y protegiendo a Sus hijos.

A medida que pensaba en esto, una luz intensa e infinita inundó mi consciencia. Me di cuenta de que La Iglesia Madre es algo más que una simple estructura humana. En su esencia divina es la realización del mandamiento del Amor divino: “Sea la luz”. Gén. 1:3. Es la firme expresión del Amor. La curación de la fiebre y el dolor fue instantánea.

¿Podemos tener unidad espiritual con algo que no conocemos? Si creemos que La Iglesia Madre es sólo una organización humana o una estructura imponente situada en Boston, entonces sentiremos que la distancia nos separa de ella. No percibiremos que la verdadera Iglesia es inseparable de nuestra vida real.

Cuando visitamos las oficinas principales por primera vez, quizás nos sintamos sobrecogidos por los edificios y la organización, y perdamos de vista la misión espiritual de La Iglesia Madre. Nos sentimos felices y orgullosos porque la hemos podido visitar y creemos haber logrado algo. Pero podemos hacer que nuestra participación en la Asamblea Anual sea más que un mero peregrinaje. Podemos hacer de esta actividad una demostración que es el resultado de nosotros reconocer en oración que la labor de La Iglesia Madre es la revelación o manifestación divina de bien en el mundo.

Al hacerlo, la Asamblea Anual nos anima espiritualmente, nos fortalece. Nos asegura que el Cristo, la Verdad, es en verdad el camino verdadero. “Por sus frutos los conoceréis”, Mateo 7:20. declaró Jesús. Volvemos a nuestras iglesias filiales determinados a trabajar con más dedicación y amor desinteresado, con una comprensión más clara de la misión sanadora de la Iglesia de Cristo, Científico.

Durante muchos días consecutivos estuve ocupada orando por mi iglesia filial. La discordia allí se estaba desvaneciendo. El estudio trajo un discernimiento más profundo de la importancia de una filial de la Iglesia de Cristo, Científico, y de su misión especial. Vi que la eficacia de la iglesia no depende del número de sus miembros, sino de que esos miembros alcancen y mantengan la elevada visión de la actividad de la Verdad y el Amor que destruye las creencias materiales.

Sentada en una pequeña colina una mañana temprano, observé cómo un rociador regaba en forma circular un área grande del césped. Las gotas de agua en el césped brillaban con mucho fulgor bajo los rayos del sol. Entonces vi cómo La Iglesia Madre irradia a través de sus filiales la luz divina que ella refleja. Gozo y esperanza por el futuro del mundo inundaron mi pensamiento cuando tuve esta clara visión espiritual de la importancia de las Iglesias de Cristo, Científico, en todo el mundo. Recordé las palabras del profeta Joel: “Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas”. Joel 2:21. Esta profecía se cumple hoy en día. El oscuro caos del pensamiento mortal se está desvaneciendo bajo la luz de la Verdad y el Amor. El esplendor de la gloria de Dios lo abarca todo.

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / mayo de 1983

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.