Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

El hombre no tiene defectos

Del número de julio de 1983 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Para muchos, los dichos “nací con ello” y “nací sin ello” parecen evaluar condiciones inalterables. Pero la Ciencia Cristiana reta la creencia de que los defectos de nacimiento son permanentes. Este reto se basa en la convicción de que Dios, la Mente perfecta, es el único creador y causa posibles; que, en verdad, el hombre es Su efecto perfecto.

Cuando, por medio de la Ciencia Cristiana, adquirimos una comprensión de lo que es la ley espiritual, vemos que es una equivocación atribuir imperfección a la voluntad de Dios o a peculiaridades genéticas. La imperfección es una creencia errónea que puede rectificarse, un falso concepto que ni Dios ni los genes crearon.

Cuando Cristo Jesús, el cristiano por excelencia y el Científico supremo, sanó defectos de nacimiento, refutó la predicación común de la religión materialista y de la ciencia especulativa, es decir, la creencia de que los defectos de nacimiento tienen una causa genuina y, por lo tanto, una razón para existir. En cierta ocasión, cuando Jesús y sus discípulos pasaron junto a un ciego de nacimiento, los discípulos preguntaron: “Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? ” Pero el que el Maestro devolviera la vista al hombre puso el sello de la teología divina, la Ciencia del Cristo, sobre su respuesta: “No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él”. Juan 9:2, 3.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / julio de 1983

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.