¡Bienvenidos a la Asamblea Anual! Quizás digan: “Pero yo no asistí”. Bueno, esperamos que se sientan como si hubieran estado presentes a medida que leen los informes y los artículos conexos en esta edición condensada.
Como saben, el Manual de La Iglesia Madre por Mary Baker Eddy, estipula solamente una asamblea principal por año en la cual se dan informes sobre finanzas y actividades (ver Art. XIII, Sec. 1).
Por algunos años, se celebraron otras reuniones conexas durante la semana de la Asamblea Anual, pero la asamblea misma no ha cambiado. Como lo explica el Manual: “Estas asambleas son para escuchar los informes del Tesorero, el Secretario y los Comités, y los informes generales que se reciben del Movimiento”. Durante la preparación de la asamblea anual del año pasado, se evidenció que una mayor percepción de la misión de las filiales de La Iglesia Madre sería útil para todos; por ello, en vez de celebrar reuniones conexas en Boston, se pidió a las filiales de La Iglesia Madre que celebraran reuniones localmente. ¿No estaríamos todos de acuerdo que la salud y el vigor de nuestra Causa no emanan solamente de la sede princial, sino de la oración y trabajo conscientes de los miembros de todas partes?
La Asamblea Anual de 1984, la cual se concentra en la misión de nuestro pastor, da el lógico paso siguiente. A los miembros, en todas partes, les recuerda que nosotros obtenemos nuestra inspiración e impulso del único pastor de esta Iglesia. “Nuestro pastor” fue el tema de la Asamblea Anual este año.
El 19 de diciembre de 1894, la Sra. Eddy tomó una inspirada decisión, la cual asegura la continuación de la gran prédica y liderato que habían sido el distintivo de su propia fundación y pastoreo de La Iglesia de Cristo, Científico, en sus primeros años. “La Biblia y ‘Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras’ ”, escribió, “será de aquí en adelante el Pastor de la Iglesia Madre. Esto tenderá a espiritualizar el pensamiento. La prédica personal tiene más o menos el punto de vista humano injertado en ella. Mientras que la Palabra pura contiene sólo la Verdad viviente que da salud”. Citado en Mary Baker Eddy: The Years of Authority por Robert Peel (New York: Holt, Rinehart and Winston, 1977), pág. 72.
La Sra. Eddy comprendió que la Palabra de Dios podría llevar a cabo la prédica y responder a las necesidades relacionadas con el ministerio de su iglesia mejor que cualquier otra persona, incluso ella misma. En marzo de 1895, cuando, como testimonio de gratitud por sus esfuerzos, la Junta Directiva le extendió la invitación para que aceptara el Edificio Original y fuera su pastor permanente, ella amablemente declinó. Recordó a los Directores una vez más sobre la dirección que ella firmemente había fijado para el futuro. Escribió: “Si por lo menos ha de consolarlos a ustedes, háganme su Pastora Emérita, nominalmente. Por medio de mi libro, el libro de texto de ustedes, ya les hablo cada domingo”.Pulpit and Press, pág. 87.
Es inspirador recordar que nuestro singular pastor — la Biblia y el libro de la Sra. Eddy, Ciencia y Salud— no está simplemente disponible para ayudar individualmente a los Científicos Cristianos y darles aliento. Es un pastor para el mundo entero. Como dice nuestra “Oración Diaria” en el Manual: “.. . ¡y que Tu Palabra fecunde los afectos de toda la humanidad, y la gobierne!” Man., Art. VIII, Sec. 4. A medida que dejamos que nuestro pensamiento se amplíe y acepte más plenamente la misión de nuestro pastor, inevitablemente veremos que nuestra percepción de Iglesia se amplía. Podríamos decir que tenemos una parroquia mundial.
Al escuchar nuestro pastor, todos podemos obtener un sentido mucho más profundo de unidad con este gran movimiento. La unidad, por supuesto, no se logra con la proximidad física de uno con otro, sino de la espiritualidad que nos muestra la verdadera naturaleza de la unicidad del hombre bajo un solo Padre-Madre, Dios.
