Dios mío,
soy Tu hijita bien amada,
siempre abrazada y cuidada por Ti.
Sé que Tú eres mi Vida,
que vivo en Ti
y siempre he de vivir.
Dios mío,
Tú eres mi fuerza y mi salud
y, por eso, no me puedo enfermar.
Tú estás siempre
alrededor de mí,
y soy feliz.
A nada ni a nadie le tengo temor
porque Tú eres Amor.
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