El informativo en la televisión dio una mala noticia tras otra. Mi marido y yo nos reímos mucho cuando el locutor dijo: “Más malas noticias después del mensaje de nuestros patrocinadores”.
Aunque las malas noticias no son para reírse, si un informe enfoca más el lado malo de las noticias, podemos obtener un panorama distorsionado de lo que sucede. Sería más provechoso equilibrar las malas noticias con el lado positivo, o sea, las buenas noticias. Pero podemos ir mucho más allá mediante la oración científica. Esta oración realmente trae la curación.
Tenemos el requisito cristiano de ser testigos activos de la realidad del ser; es decir, siempre que se nos presente la discordia, debemos orar para discernir la totalidad y bondad de Dios exactamente donde parece estar la situación problemática. El mandato de Cristo Jesús hace alusión a este requisito: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”. Marcos 16:15. La palabra “evangelio” es la traducción de una palabra griega que significa “buenas noticias”.
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