El propósito de una conferencia sobre Ciencia Cristiana es bendecir a la humanidad, individual y colectivamente; comunicar al Cristo redentor y mostrar su influencia salvadora sobre la consciencia humana en forma de curación. Las bendiciones deben anticiparse y recibirse abundantemente.
Una conferencia sobre Ciencia Cristiana produce un progreso espiritual cada vez que es presentada; pues mediante ésta el pensamiento humano se evangeliza en cierto grado y progresa espiritualmente. El pensamiento se vuelve un poco menos material y un poco más divinamente dotado. La experiencia humana, entonces, mejora en este grado, y esta mejora es el fruto de la conferencia.
“Los frutos de las conferencias” pueden tener un significado diferente para diferentes personas. Para algunas puede tener la forma, y con frecuencia la tiene, de curación física. Para otras, una conferencia trae nueva o renovada inspiración, un concepto más espiritual de lo que la vida realmente es, un despertar a un cristianismo práctico que resuelve problemas humanos por medios espirituales. En algunos casos, el concurrir a una conferencia significa el mejoramiento de relaciones humanas, un empleo más satisfactorio, aumento de fortaleza, mayor provecho, un concepto mejor de uno mismo y de los demás. El concurrir puede también traer como resultado la renuncia al pecado; la superación del pesar; la conquista del cansancio; la eliminación de la desesperación, la limitación, la ociosidad y la soledad.
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