Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Los frutos de las conferencias

Del número de marzo de 1984 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


El propósito de una conferencia sobre Ciencia Cristiana es bendecir a la humanidad, individual y colectivamente; comunicar al Cristo redentor y mostrar su influencia salvadora sobre la consciencia humana en forma de curación. Las bendiciones deben anticiparse y recibirse abundantemente.

Una conferencia sobre Ciencia Cristiana produce un progreso espiritual cada vez que es presentada; pues mediante ésta el pensamiento humano se evangeliza en cierto grado y progresa espiritualmente. El pensamiento se vuelve un poco menos material y un poco más divinamente dotado. La experiencia humana, entonces, mejora en este grado, y esta mejora es el fruto de la conferencia.

“Los frutos de las conferencias” pueden tener un significado diferente para diferentes personas. Para algunas puede tener la forma, y con frecuencia la tiene, de curación física. Para otras, una conferencia trae nueva o renovada inspiración, un concepto más espiritual de lo que la vida realmente es, un despertar a un cristianismo práctico que resuelve problemas humanos por medios espirituales. En algunos casos, el concurrir a una conferencia significa el mejoramiento de relaciones humanas, un empleo más satisfactorio, aumento de fortaleza, mayor provecho, un concepto mejor de uno mismo y de los demás. El concurrir puede también traer como resultado la renuncia al pecado; la superación del pesar; la conquista del cansancio; la eliminación de la desesperación, la limitación, la ociosidad y la soledad.

En una carta al Cuerpo de Conferenciantes de la Ciencia Cristiana y a sus miembros, la Sra. Eddy escribió: “Vosotros sois los patrocinadores necesarios e inevitables para el siglo veinte, profundizando lo universal, elevándoos por encima de teorías hacia lo trascendental, lo infinito, sí, hacia la realidad de Dios: el hombre, la naturaleza y el universo”.The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 248. Las conferencias sobre Ciencia Cristiana ofrecen, por tanto, dirección y regeneración espirituales al mundo, y muestran la aplicabilidad de las enseñanzas de esta Ciencia para satisfacer las necesidades de la humanidad sobre una base espiritual más bien que meramente material; y alientan a los Científicos Cristianos a que hagan un esfuerzo mayor para resolver no sólo sus propios problemas sino los problemas contemporáneos del mundo recurriendo al Cristo, la Verdad. Los elementos espirituales necesarios para aliviar las cargas, liberar a los oprimidos, dar nuevas esperanzas y sanar todo lo que necesite ser sanado, se indican en una conferencia.

¿Por qué es esto así? Una conferencia sobre Ciencia Cristiana es básicamente una experiencia subjetiva, una actividad espiritual que revela el reino de la Mente infinita misma. Trae algo del Cristo, o mensaje universal de Dios, hablando a la consciencia humana en términos que ésta pueda aceptar y comprender. De esta manera, cualquier sincero buscador de la Verdad, cualquier oyente sincero que piense correctamente, puede ser bendecido por la comunicación del conferenciante de ideas espirituales y explicaciones de la realidad del ser, de Dios y el hombre. Como resultado, la consciencia individual se amplía en nuevos discernimientos y regeneración espiritual, y todo adquiere nueva luz y significado.

Aun cuando el mensaje del conferenciante es dirigido al pensamiento humano general, este mensaje se escucha individualmente. Cristo Jesús alimentó a la multitud satisfaciendo la necesidad individual de cada persona; primero la necesidad espiritual y después la humana. Pero en cada caso, fue el Cristo que respondió al estado de pensamiento de cada uno individualmente. Es por eso que la variedad de personas que concurren a una conferencia de la Ciencia Cristiana — de todos los niveles sociales y con diferentes grados de comprensión de la Ciencia Cristiana que va de cero a noventa y nueve — pueden ser aliviadas de toda clase de malestares y de diferentes problemas. En realidad, todos los problemas se reducen a uno: el maligno o falsa pretensión mentirosa de la mente mortal, o magnetismo animal, de que la vida y la inteligencia están en la materia o que son materiales y que pueden aparecer en diferentes formas. Incluso el “espíritu inmundo” dijo a Jesús que su nombre era “Legión” Ver Marcos 5:1–15.: el maligno pretendiendo diversidad en su contrahechura de la variedad infinita del Espíritu.

Una conferencia de la Ciencia Cristiana lleva en sí la ley y regla del Principio divino. Pensemos por un momento lo que las palabras “Cristiana” y “Ciencia” significan. En respuesta a su propia pregunta: “¿Cómo definiría usted la Ciencia Cristiana?”, la Sra. Eddy responde: “Como la ley de Dios, la ley del bien, que interpreta y demuestra el Principio divino y la regla de la armonía universal”.Rudimentos de la Ciencia Divina, pág. 1. Una conferencia sobre Ciencia Cristiana sana y bendice al mismo tiempo que declara la ley de Dios de bien eterno y armoniza con ella, explicando el Principio divino de esa ley y relacionando la “regla de la armonía universal” con la experiencia humana.

La conferencia es un ejemplo fundamental de la iglesia en acción, un ejemplo de su actividad en la consciencia humana, la evidencia de lo que la verdadera Iglesia realmente es. La conferencia es ciertamente conducida de acuerdo con el Manual de La Iglesia Madre, como está estipulado por la Sra. Eddy. Artículo XXXI, Sección 2, especifica: “Es deber del Cuerpo de Conferenciantes incluir en cada conferencia una respuesta verídica y justa a comentarios que se hagan en público condenando la Ciencia Cristiana, así como dar fe de los hechos relativos a la vida de la Pastora Emérita”. La adherencia al Manual de la Iglesia nos asegura de la autenticidad de la conferencia, de lealtad a nuestra Guía, del poder y propósito divinos. Esto la hace parte de la demostración continua de la Fundadora de la Ciencia Cristiana y de la iglesia que ella estableció. Por tanto, es un acontecimiento inspirado y no meramente una función humana. El concepto de las conferencias se desarrolló por medio de la oración de parte de la Sra. Eddy y continúa bendiciendo a medida que sus fieles seguidores lo llevan adelante.

Una conferencia sobre Ciencia Cristiana contiene mucho de lo que uno puede gloriarse, pues incluye verdades para la redención de la humanidad. ¿Qué significa su designación como una actividad de la iglesia? Significa que es una actividad de “aquella institución que da prueba de su utilidad”. La declaración completa de la Sra. Eddy dice: “Iglesia. La estructura de la Verdad y el Amor; todo lo que descansa en el Principio divino y procede de él.

“La Iglesia es aquella institución que da prueba de su utilidad y eleva a la raza humana, despierta al entendimiento dormido de las creencias materiales para que comprenda las ideas espirituales y demuestre la Ciencia divina, y así echa fuera a los demonios, o al error, y sana a los enfermos”.Ciencia y Salud, pág. 583.

Así llegamos a la pregunta: ¿Cuándo se espera que se manifieste el fruto de la conferencia? Básicamente, desde el momento en que la conferencia empieza a surgir en la consciencia del conferenciante, y desde el momento en que la preparación, mediante la oración, para su disertación empieza en los pensamientos de los miembros de la iglesia que la patrocina. Pues desde estos comienzos, el pensamiento del propósito de su Cristo sanador y salvador se pone activo en la consciencia, y la experiencia empieza a ser vivificada por su influencia espiritual. Y a medida que este mensaje es impartido de lugar en lugar, el pensamiento humano es vivificado y elevado cada vez más. Para cuando el mensaje llega a nuestra comunidad, el pensamiento puede haber sido elevado una vez, dos, cincuenta, cien veces o más. Así la influencia espiritual de una conferencia eleva y relaciona más estrechamente a la consciencia humana con lo divino. Por muy gradual que sea este ajuste, su manifestación es irresistible. Ayudamos a asegurar que se perciba la influencia sanadora de una conferencia — incluso antes que se lleve a cabo — gracias a nuestra oración expectante. El impacto enaltecedor del mensaje de la conferencia llega a la consciencia humana en nuestra iglesia y comunidad, tanto como el color pinta el cielo de la madrugada para anunciar el amanecer de un nuevo día.

Aun cuando deberíamos esperar buenos resultados durante la presentación y antes de la conferencia, también podemos esperarlos después, ya que el pensamiento elevado y espiritualizado se extiende a través del mundo. La Verdad no sabe de límites de tiempo, del tiempo antes y del tiempo después. Sólo conoce el ahora, el presente eterno de la realidad espiritual, Dios perfecto y Su creación perfecta, el hombre. “Antes” y “después” son conceptos humanos, límites mortales; y la Ciencia Cristiana es la Ciencia que vence la limitación. Necesitamos reemplazar todas las creencias y todos los conceptos humanos limitativos con la comprensión espiritual.

Una conferencia sobre Ciencia Cristiana nos ayuda a lograr esto al revelar la omnipresencia del Alma y sus abundantes recursos espirituales, siempre capaces de responder a la necesidad humana. Realmente, la única necesidad es reconocer los hechos espirituales del ser. Es con este fin que hablan nuestros conferenciantes.

De manera que desde el comienzo, es indispensable el trabajo consagrado de oración en bien de la conferencia, y puede esperarse que traiga fruto consigo. Pero como la observación y advertencia de Jesús lo indican, debemos acompañar nuestros esfuerzos espirituales con pasos humanos prácticos: “Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello”. Mateo 23:23. Los arreglos para la sala, la publicidad, propaganda, anuncios y otros detalles esenciales tienen que ser atendidos.

En muchos casos la atención de estos detalles trae la influencia de la Ciencia Cristiana directamente en contacto con la gente que sabe poco o nada acerca de ella, sembrando con ello semillas de la Verdad para futuro florecimiento. Siempre y dondequiera que se digan las palabras “Ciencia Cristiana”, dondequiera y siempre que la actividad del Cristo y de la idea espiritual de iglesia llega a la consciencia humana, algo ocurre. El Cristo está operando. El pensamiento ha despertado.

Tal como un río turbio que, cuando es infiltrado por un arroyo de agua limpia y corriente, ya no está tan turbio y fangoso, así la consciencia humana, después de recibir las palabras de la Verdad como son presentadas en una conferencia, es un poco menos mortal y un poco más iluminada espiritualmente. Éste es siempre el resultado de la actividad del Cristo y ocurre siempre que el poder y la presencia universales e imparciales del Cristo son afirmados y reconocidos conscientemente. Y esto es el propósito de las conferencias de la Ciencia Cristiana.


Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero,
todo lo honesto, todo lo justo,
todo lo puro, todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre,
si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza,
en esto pensad.

Filipenses 4:7, 8

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / marzo de 1984

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.