Este testimonio explica cómo una curación en particular, me llevó a la Ciencia Cristiana. Mi padre había sido adoptado por una Científica Cristiana, una señora a quien nunca conocí. Posiblemente mi papá asistió a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana (tengo su ejemplar del libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud por la Sra. Eddy), pero nunca mencionó esta Ciencia, y mis hermanos y yo crecimos asistiendo a otra iglesia.
Poco después de haber comenzado a investigar el libro de texto de la Ciencia Cristiana, sané instantáneamente de una herida en una mano. La curación sirvió para intensificar mi interés por el libro.
Unos días más tarde, mientras estaba en mi trabajo como chófer de un taxi, fui robado, mantenido en cautiverio por una pandilla y finalmente apuñaleado. Un poco antes que me apuñalaran, mis asaltantes pasaron una y otra vez el cuchillo a lo ancho de mi espalda como si lo estuvieran afilando. Recuerdo de manera definitiva que en ese momento le pedí a Dios que me protegiera.
Después del ataque, me levanté, volví a mi automóvil, me calmé y manejé hacia el hospital más cercano. En el camino detuve a un automóvil de la policía, y los oficiales me llevaron a la sala de emergencia del hospital. El llenar los requisitos de admisión me llevó algo de tiempo, pero mientras esperaba, logré mantenerme en calma. Finalmente me vendaron la herida y pasé la noche en un cuarto del hospital.
A la mañana siguiente, muy temprano, vino un cirujano a verme. Sin pensarlo, mis primeras palabras fueron: “Soy Científico Cristiano, por favor, no deseo que se me administre ningún medicamento, drogas o calmantes”. Estuvo de acuerdo y después de una breve conversación, salió de la habitación. Eso fue todo, pero luego pensé: “¿Por qué dije semejante cosa?” Sin embargo, todavía sentía cierta calma acerca de lo que me había pasado.
Dos días después, salí del hospital. No había recibido más atención médica, solamente el cambio de los vendajes. La herida había sanado totalmente y regresé al trabajo a las pocas semanas.
Esta curación por medio de la oración marcó el comienzo de mi firme confianza en la Ciencia Cristiana. Mi manera de pensar se volvió menos material y más espiritual. Continué leyendo Ciencia y Salud, y comencé a asistir a una filial de la Iglesia de Cristo, Científico. Luego, una noche, me levanté para dar un testimonio en una reunión testimonial de los miércoles. Finalmente envié mi solicitud para afiliarme a La Iglesia Madre, y con el apoyo de un practicista, que más tarde fue mi maestro de Ciencia Cristiana, me hice miembro de una iglesia filial en la que trabajo muy activamente. Me he vuelto un estudiante sincero de la Ciencia Cristiana.
La Sra. Eddy escribe en Ciencia y Salud (pág. 555): “La creación descansa sobre una base espiritual”. He razonado desde esta base espiritual, y he percibido que yo, y todos los demás, somos en realidad el reflejo de Dios. De hecho, la poderosa verdad de que la creación es espiritual es lo que me llevó a la Ciencia Cristiana. Dios es Todo-en-todo, Dios es la Mente. Esto lo sé porque soy Científico Cristiano. Siento una profunda gratitud a Dios por haberme mostrado la luz.
Los Ángeles, California, E.U.A.