Los marineros saben que si no están dispuestos a cambiar su curso cuando es necesario, acabarán chocando contra las rocas. Hacer virajes hacia atrás y hacia adelante es esencial para llegar al punto de destino.
Adelantamos al cumplir con la exigencia de cambiar nuestra manera de pensar cuando sea necesario. En consecuencia, somos bendecidos también. Hace varios años, tuve una experiencia que me enseñó la conveniencia de ser flexible y responder a un sentido más elevado de lo que es correcto.
Mi familia y yo habíamos terminado con todas las preparaciones para una vacación veraniega en un estado a unos mil trescientos kilómetros de distancia. Iniciamos nuestro viaje temprano por la mañana y manejamos unas dos o tres horas. Durante ese tiempo, tuve la oportunidad de considerar sosegadamente cierto trabajo profesional que debí haber terminado antes de salir de viaje. En ese momento, detuve el automóvil y dije a mi esposa e hijos que lo sentía, pero que pensaba que debía volver a casa. Les prometí que iríamos de vacaciones tan pronto como pudiéramos.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!