Me siento muy feliz por ser estudiante de la Ciencia Cristiana, y profundamente agradecida por los que me iniciaron en este camino de libertad, en donde encontré la verdad buscada durante mucho tiempo.
Hace unos años, experimenté fuertes dolores en los pies. Inmediatamente me puse a orar, afirmando la irrealidad de esta situación, pero ésta continuó molestándome. Oré con mayor diligencia, pero los síntomas se hicieron aún más agresivos. Finalmente, casi no podía caminar.
Entonces decidí pedir ayuda a un practicista de la Ciencia Cristiana para que me apoyara con la oración. Continué estudiando la Ciencia Cristiana y orando, y fue de mucha inspiración la lectura de la lucha de Jacob con el ángel en Peniel. La Biblia nos dice (Génesis 32:24, 27, 28, 30): “Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba... Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido... Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma”.
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