La Ciencia Cristiana genuina es revolucionaria. Por tanto, los verdaderos Científicos Cristianos tendrían que ser juzgados revolucionarios por cualquier criterio comprensivo.
¿Por qué?
Porque esta Ciencia exige un cambio trascendental en nuestro concepto de Dios, el universo y el hombre. Escudriña bajo la superficie de las cosas, derrota la evidencia del sentido material, y ofrece una confianza radical en la comprensión espiritual de Dios para la salud, el sustento y la felicidad. Desafía a la misma existencia material. Basándose en la totalidad de Dios, concluye lógicamente que, debido a que Dios, Espíritu incorpóreo, es Todo, la materia y todo lo que es corpóreo sólo son opuestos imposibles a esta totalidad. ¿Puede haber algo más revolucionario que esta posición?
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