El orar consecuentemente para que nuestro país y el mundo sean gobernados con justicia, abre nuestro pensamiento para incluir a toda la humanidad en una perspectiva más amplia de la salvación de Dios. En una ocasión, la Sra. Eddy solicitó a los miembros de su Iglesia que estaban reunidos en un culto de comunión en Boston, que oraran por el gobierno de su país. Ella dijo: “Orad para que la presencia divina guíe y bendiga a nuestro presidente, a los que están asociados con su cargo ejecutivo, y a nuestro poder judicial nacional; que imparta sabiduría a nuestro congreso, y que sostenga a nuestra nación con la diestra de Su poder”.Christian Science versus Pantheism, pág. 14.
Esa no fue una petición para que oraran específicamente por aquellos individuos que están en el gobierno para tratar de manipular sus vidas. Por el contrario, la oración científica por los que están en el gobierno tiene como objeto la purificación de nuestro propio pensamiento. Oramos para elevar los pensamientos que nosotros abrigamos sobre los demás, dejando que Dios gobierne sus asuntos.
¿Cuáles son los conceptos más comunes que generalmente aceptamos como verdaderos acerca del gobierno? Humanamente hablando, parece que los gobiernos, como los seres humanos, tienen entremezclados elementos buenos y malos. Pero Dios nunca mezcla el bien con el mal a fin de obtener un tercer agregado llamado mediocridad o mortalidad. Dios es el bien, sin un solo elemento del mal. El es la Mente perfecta e inmortal, y el hombre es Su imagen, o semejanza. Dios lo gobierna todo; Su gobierno es totalmente bueno, y todo lo que El gobierna es bueno. La oración nos guía a dar los pasos apropiados para apoyar la expresión humana de gobierno que más se asemeja al gobierno de Dios.
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