Al igual que un niño, seguro de un amor
Que lo libera y lo alienta a crecer,
Abandona su juego y sube al regazo de su padre,
En la certeza de una buena acogida cuando el cachorro lo empuja
Haciéndole perder el equilibrio, o anhela demostrar
Su último dibujo, o desborda de amor que quiere compartir,
Así quisiera yo volverme y subir cuando atormentado por el temor
Al dolor y a la carencia, o deslumbrado por el brillo tentador
De elogios humanos, de triunfos y desesperación,
Para pasar unos momentos de oración en el regazo: los frágiles
mundos se desvanecen ante el cuidado de nuestro Padre-Madre.
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