Una tarde se esperaba que Bernardo durmiera su siesta, pero cuando puso la cabeza en la almohada, el oído le comenzó a doler y se echó a llorar. Su mamá entró y lo tomó en sus brazos.
Lo llevó a la habitación de ella y se sentaron en la cama grande. Algo que a Bernardo le gusta, y que lo mantiene quieto, es cuando su mamá toca la guitarra y canta himnos del Himnario de la Ciencia Cristiana. Y eso fue lo que ella hizo.
Primero, su mamá cantó himnos de la Sra. Eddy, y, luego, cantó otros de sus himnos favoritos. A Bernardo le gusta escuchar todas las noches, a la hora de acostarse, este himno:
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