Acababa de terminar la Escuela Dominical y comenzaba a tomar parte activa en una filial de la Iglesia de Cristo‚ Científico‚ cuando uno de los miembros que había sido maestro de la Escuela Dominical me contó algo que había sucedido en nuestra iglesia unos años antes. Su madre‚ que era conocida por su tierna compasión y sensatez‚ estaba trabajando un día en la Sala de Lectura de la Ciencia Cristiana cuando entró una señora muy pobre.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!