tiene una fe activa. Su iglesia protestante evangélica la enseñó a amar a Dios y a vivir las enseñanzas de Cristo Jesús. Pero justamente dos o tres años después de terminar sus estudios universitarios, aun cuando vivía una vida cristiana lo mejor que podía, se vio en medio de una profunda lucha espiritual.
Ella quería confiar en Dios plenamente y servirlo, pero había momentos en que parecía que "faltaba un puente", que había un vacío entre lo que ella sabía acerca de Dios y su experiencia personal en cuanto a El. En cierto momento, aun cuando estaba trabajando firmemente en su carrera, el anhelo de estar más cerca de Dios se volvió tan persistente que decidió dejar su empleo y buscar un trabajo que le diera más tiempo para orar y estudiar la Biblia. En esta entrevista, habla acerca de las preguntas que la inquietaban y las experiencias que la llevaron a su respuesta.
Como cristiana, ciertamente yo no estaba en busca de una fe para reemplazar al cristianismo, sino en busca de un sentido más profundo acerca de Dios, que me ayudara a comprender y a vivir más cabalmente las enseñanzas originales de Cristo Jesús. En esa época, estaba bastante enferma. No obstante, el problema verdadero era que en lo profundo de mi ser sentía — un poco como el apóstol Pablo — que estaba luchando contra lo que Dios quería que yo fuera. Sin embargo, en medio de la lucha, tuve intuiciones sobre un concepto muy diferente de la realidad. Hubo momentos en que realmente podía sentir la presencia de Dios. Algo cambió por un tiempo; de manera que, en lugar de importunarme o luchar, viví en la corriente del amor de Dios.
¿Ocurrió esto antes o después que usted supo sobre la Ciencia Cristiana?
Antes. De hecho, fue justo antes que dejara mi empleo, de que me mudara a otra parte del país y tomara un empleo que me exigiría menos, y así tendría más tiempo para estudiar y orar. Entonces, el primer día que pasé en la nueva ciudad, conocí a un señor que era profesor de matemáticas. Cuando llegué a conocerlo mejor, pude darme cuenta de que era cristiano por la manera en que vivía. Pero parecía muy diferente, más unido a Dios. Esta persona rara vez hablaba de Dios. Pero podía percibirse la profunda espiritualidad que caracterizaba su vida; expresaba vivacidad, paz y un amor que hacía que quienes lo rodeaban expresaran lo mejor en ellos. Yo quería saber qué era lo que lo hacía de esa manera. Un día, vi un Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana sobre su escritorio, y decidí averiguar acerca de la Ciencia Cristiana. Pensé que eso podría explicar qué lo hacía diferente a los demás. De manera que pedí prestado en la biblioteca un ejemplar del libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud por Mary Baker Eddy.
Creo que podría decirse que vislumbré en la vida de este hombre — y en la vida de varios otros Científicos Cristianos que conocí un tiempo después — la misma “original belleza de la santidad” que la Sra. Eddy dice que amaba tan profundamente en los ministros cristianos que la enseñaron en su juventud. Ver Message to The Mother Church for 1901‚ págs. 31–35. A medida que estudiaba y trabajaba con Ciencia y Salud, empecé a darme cuenta de que la Ciencia Cristiana no era una añadidura herética a las Escrituras. Antes bien, hacía accesible las enseñanzas de la Biblia tocante a la espiritualidad, y enseñaba más acerca de su base práctica y sólida.
¿Qué quiere usted decir con eso?
Ante todo, la Ciencia Cristiana me ha dado un sentido más profundo de la oración: uno que jamás incluye la aceptación de que el mal es la voluntad de Dios. Esta oración empieza con la afirmación de que Su voluntad es siempre buena, que puede confiarse en ella, que no causa el sufrimiento ni lo sanciona. Antes el "someterse a Dios” era igual a “resignación cristiana”, en algunos casos, casi una clase de martirio. El creer que Dios permite la enfermedad, la guerra o el sufrimiento de cualquier clase, sutilmente socava nuestra confianza en el amor de Dios y nuestra buena voluntad de obedecer. Ahora, someterse es estar de acuerdo con un sentido más pleno acerca de Dios, de un Dios que es completamente Amor.
Como cristiana, ya había sentido que era espiritualidad lo que anhelaba, pero no sabía que la ley divina era así de práctica. Jesús nos aseguró que el reino de Dios “se ha acercado” ahora. La Ciencia Cristiana me ha enseñado que éste es un hecho demostrable, incluso si la percepción humana no inspirada rehusa reconocerlo. Enseña que Dios es Todo y Unico — infinito y omnímodo — en otras palabras, realmente Dios. Estoy obteniendo una comprensión nueva acerca de Dios, la comprensión de que El siempre ha sido Dios.
Igual que Marta, o el hijo mayor en la parábola del hijo pródigo, me había sentido comprometida a Dios, pero también agobiada. El hijo mayor había permanecido trabajando y viviendo en la casa de su padre e indudablemente lo amaba. Pero no fue sino hasta que le dijo: “Hijo, tu siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas”, Lucas 15:31. que empezó a comprender mejor la bondad y gracia totales, y las posibilidades infinitas del amor del padre. La Ciencia Cristiana me ha enseñado al Dios revelado en la Biblia, sin la apariencia falaz de las limitaciones y los conceptos erróneos que hemos impuesto.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre este concepto de Dios y el que usted antes abrigaba?
Empecé a descubrir al Dios que siempre había adorado y que anhelaba conocer mejor pero que no podía adoptar totalmente o de todo corazón en mi vida diaria. Previamente, había sentido que faltaba un puente. Quería someter mi vida completamente a Dios, y, no obstante, algo me detenía. Me sentí incapaz de confiar totalmente en un Dios quien yo sabía que siempre podía responder, pero de quien yo no estaba segura que siempre respondería, o que parecía enviar y permitir momentos muy difíciles a Sus seguidores.
Siempre parecía haber un vacío entre el concepto bíblico acerca de la soberanía y bondad completas de Dios, y mi propia experiencia en cuanto a Dios. Me di cuenta, cada vez más, de las dolientes necesidades del mundo, y me sentí muy frustrada de que ni siquiera podía confiar firmemente en Dios, ni en mi propia vida y, mucho menos, en servir a los demás. Es por eso que la idea de una Ciencia del Cristianismo significa mucho para mí, me hizo ver que la bondad y el gobierno de Dios son verdaderos y comprensibles.
¿Podría usted desarrollar este punto: Cristianismo como Ciencia?
La Ciencia aclara el hecho de que la oración está basada sobre verdades invariables y la ley divina. Da un sentido de que Dios es el bien invariable, en el cual podemos confiar absolutamente. Tuve un momento crucial en mi experiencia sobre esta idea misma de confianza absoluta.
Una tarde, no me sentía muy bien; realmente no era algo de importancia, pero salí de mi oficina y fui a otro cuarto para orar. Y, de pronto, se me ocurrió que confiar en Dios para esta necesidad era realmente alentador para el discipulado y un don maravilloso. El desafío era pequeño, mas el don recibido era maravilloso. Vi que todo nos da una oportunidad para confiar más en Dios. El confiar en Dios para todo asunto pequeño nos permite conocer a Dios mejor y, a medida que conocemos a Dios mejor, todo asunto pequeño nos transforma. Y eso es lo que estamos procurando como cristianos, la manera de ser un discípulo mejor en los asuntos diarios.
Comprendí que la exigencia de la Ciencia — de confiar en Dios, de obedecer a Dios en todo aspecto de la vida — ayuda a uno a confiar totalmente‚ más que a dividir la fe al aplicarla a unos asuntos y no a otros. Comprendí que el discipulado cristiano era más concreto. Vi que la curación verdadera no podía separarse de la obediencia‚ que todo fluía de este amor creciente para con Dios y del reconocimiento de la unidad del hombre con El. Esto es procurar un punto de vista más grande de Dios‚ y luchar por persistir en obediencia a ello. Este punto de vista ilimitado acerca de Dios empezó a transformar mi perspectiva total.
¿Cómo transformó su perspectiva?
Entre otras cosas‚ gradualmente transformó mi concepto acerca del hombre. Todavía continúa transformándolo. Cuando vemos que Dios es ilimitado‚ empezamos a sentirnos menos limitados. Empezamos a recurrir a un Dios — e incluso a sentir la compañía de un Dios — que ama y actúa de acuerdo con la bondad total que El expresa. Nos sentimmos más cerca de Dios y vislumbramos más de lo que significa ser hijo de Dios ahora mismo. Y cómo expresar esta espiritualidad de maneras prácticas.
Recuerdo una noche en que un amigo mío compartió la curación de un tobillo dislocado que acababa de tener. Yo no estaba especialmente sorprendida. Durante muchos años había visto numerosas curaciones maravillosas en respuesta a la oración. Pero lo que sí me sorprendió fue su tranquila certeza de que podemos esperar que Dios nos sane porque está de acuerdo con Su naturaleza misma. Yo había estado enferma por varios años‚ pero tal vez‚ sólo tal vez‚ — aun cuando la certeza de mi amigo me confundió y me enojó un poco en esa ocasión — Dios podía ser así.
En los meses siguientes‚ leí y releí la Biblia y Ciencia y Salud como si nunca los hubiera leído antes, tratando de descubrir cómo era realmente Dios.
La mayor parte del tiempo‚ estaba tan absorta en este “nuevo mundo” que se me estaba revelando‚ que me olvidé de la enfermedad. Cierto día en junio de ese año — nueve meses después de haber empezado a leer Ciencia y Salud— tuve que pasar por una serie de exámenes médicos‚ los cuales mostraron lo que gradualmente había empezado a aceptar‚ es decir‚ que‚ en realidad‚ estaba completamente sana sin ningún rastro de las dificultades anteriores. Pero el cambio más permanente ha sido un sentido cada vez más amplio de la presencia y bondad de Dios. Un sentido de que El podía liberarme y que me liberaría a mí y a todo aquel que recurriera a El.
Ahora me siento más dispuesta a encarar cosas difíciles a medida que veo que Dios no las produjo. Las dificultades no vienen de Dios‚ sino de la resistencia al hecho básico de que el reino de Dios está aquí y es bueno.
También estoy menos dispuesta a aceptar límites del pasado que tratan de perdurar en el presente; carácter‚ herencia‚ y así por el estilo. La aceptación de esta Ciencia del Cristianismo no es una decisión que se hace una sola vez‚ sino una búsqueda continua. Empezamos por preguntar a Dios quiénes somos y quién es El. Investigamos todo lo que habíamos supuesto que era verdad en la luz de lo que la Biblia dice que realmente es verdad.
¿Dónde encuentra usted las respuestas?
En la Biblia. El estudio de Ciencia y Salud me ha ayudado a volver al Evangelio mismo‚ y veo tanto las preguntas como las respuestas bajo una nueva luz. Nos damos cuenta de que a medida que llegamos a conocer a Dios‚ no es solamente historia —“Su historia”— o biografía‚ puede ser nuestra historia también. Estoy empezando a ver que mediante esta transformación‚ mediante la redención‚ esto se vuelve una autobiografía en el grado en que aceptamos nuestra herencia espiritual.
¿Usted no quiere decir que está afirmando igualdad con Jesús, verdad?
No‚ de ninguna manera. Es similar a lo que la Sra. Eddy expresa cuando dice: “... no debiera pretender que ha alcanzado esa altitud de Mente en que se hallaba Cristo Jesús‚ sino que debiera estar desarrollándose hacia ella”.Escritos Misceláneos‚ pág. 255. Eso da mayor significado a la vida de Jesús. Realza más su sacrificio y nos da un continuo sentido de éste. Muestra las asombrosas consecuencias de su vida en lo que ocurre a nuestra vida a medida que somos discípulos verdaderos. Realmente me siento más cerca de Jesús al no considerar su ejemplo tan fuera de mi alcance que lo haga imposible de seguir. Su instrucción: “Sed‚ pues‚ vosotros perfectos‚ como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”‚ Mateo 5:48. deja de parecer una carga fútil a medida que vislumbramos nuestra inseparabilidad de Dios. Podemos empezar a caminar por donde él caminó.
¿Cuánto de esto cree usted que es realmente posible hoy en día‚ tomando en cuenta las tremendas corrientes materialistas y seculares de nuestro tiempo?
Eso parece ser una pregunta crucial ahora mismo. Esta Ciencia del cristianismo realmente se enfrenta con el materialismo. Muestra que comprender las promesas cristianas no depende de circunstancias externas‚ sino en tener la Mente de Cristo. Trae nuevos discernimientos acerca de lo que toda la Biblia realmente significa. Ciencia y Salud declara: “El hecho central presentado por la Biblia es la superioridad del poder espiritual sobre el poder físico”.Ciencia y Salud‚ pág. 131. Es sorprendentemente liberador vislumbrar que podemos empezar a comprender las promesas de la Biblia acerca del triunfo final sobre el materialismo ahora.
Y mucha gente ya anhela obtener más luz espiritual y la está recibiendo. A medida que seguimos a Dios‚ la Verdad‚ a donde El nos guía‚ no tenemos que temer ser mal dirigidos.