Durante muchos años varias naciones han recurrido a las loterías para reunir fondos y disminuir los déficits. Millones de pesos se apuestan cada semana en juegos de lotería que se suponen beneficiosos. Pero, ¿lo son?
El sufrimiento que finalmente causa el juego es mucho mayor que los beneficios que parece conferir. El juego puede convertirse en un hábito y una debilidad. Pero hay un problema más profundo: el juego tiende a oscurecer nuestra relación con Dios‚ la única fuente genuina de nuestro bienestar.
La Biblia enseña que Dios es del todo bueno‚ el único Amor y Legislador universal que cuida imparcial y abundantemente a cada uno de Sus hijos. El profeta escribió: “Porque Jehová es nuestro juez‚ Jehová es nuestro legislador‚ Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará”. Isa. 33:22. Y la Sra. Eddy escribe: “El Amor es imparcial y universal en su adaptación y en sus dádivas. Es el manantial abierto que exclama: ‘Todos los sedientos: Venid a las aguas’ ”.Ciencia y Salud‚ pág.13.
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