Algunas personas limitan el milenio a un período de mil años de santidad en el que Cristo reinará sobre la tierra. Pero, en realidad, el mensaje de donde se deriva esta información literal (Apocalipsis 20:1–6) es de carácter simbólico. De una forma más general, el milenio es considerado como una era futura de gran gozo y paz total, sin estar realmente limitada a una época en particular. Y, seguramente, ningún cristiano pensaría que el gozo podría ser completo o que la paz podría ser invulnerable sin la representación activa en la tierra de la presencia y el poder eternos del Cristo, el mensaje divino que Jesús enseñó y practicó.
Aunque los cristianos no estén de acuerdo en cuanto a cómo deba ser exactamente el milenio, o cómo vendrá, muchos probablemente estarán de acuerdo en que su llegada es indefinida y está vinculada al segundo aparecimiento de Jesús. Pero, ¿debe ser considerada esta segunda llegada un acontecimiento futuro? La historia sanadora de la Iglesia de Cristo, Científico, que la Sra. Eddy fundó, confirma lo que ella escribe: “El segundo aparecimiento de Jesús es, incuestionablemente, el advenimiento espiritual de la idea de Dios en avance, como en la Ciencia Cristiana”.Retrospección e Introspección, pág. 70.
Podemos obtener una vislumbre del hecho de que el milenio se puede lograr ahora. Desde el punto de vista de la profecía, o visión espiritual, provista por la revelación divina que ella tuvo, la Sra. Eddy pudo discernir, demostrar y describir, en cierta medida, este cielo en la tierra. Ella explica: “El milenio es un estado y una etapa de adelanto mental, ocurriendo continuamente desde los comienzos del tiempo. Su ímpetu, acelerado por el advenimiento de la Ciencia Cristiana, es notable, y aumentará hasta que todos los hombres lo conozcan a El (el Amor divino) desde el más pequeño de ellos hasta el mayor, y un sólo Dios y la hermandad del hombre serán conocidos y reconocidos en toda la tierra”.The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, págs. 239–240.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!