¿Pensamos a veces que cambiarnos de lugar podría resolver nuestros problemas; o determinamos‚ sin siquiera pensar en un cambio de lugar‚ que no podemos llegar a tener una vida armoniosa y llena de logros precisamente donde estamos?
Si es así‚ estamos procediendo‚ en cierto modo‚ como los conquistadores españoles en los siglos dieciséis y diecisiete‚ cuando‚ en América del Sur‚ emprendieron su viaje en busca de una ciudad llena de leyenda llamada El Dorado. Jamás encontraron ese lugar‚ pero no dejaron de buscarlo a pesar de las dificultades y privaciones que soportaron.
Esta ciudad legendaria era muy atrayente porque se suponía que había sido‚ como dice un diccionario‚ “un lugar de fabulosa riqueza‚ abundancia u oportunidad”. Pero‚ como este lugar no se encontró‚ es menester que nos preguntemos si esos exploradores estaban buscando en la dirección equivocada o si la ciudad jamás existió.
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