He sido liberada intacta
de hornos de fuego ardiendo‚
unos más abrasadores que otros.
Agradecí y alabé
por mucho tiempo después de ser liberada
al Amor‚ el libertador.
El suavemente me recordó
que la gratitud pura
no contiene la más mínima creencia
de que alguna vez el olor de fuego
estuviera mezclado con la dulce fragancia
de la omnipresencia del Amor.
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