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Usted fue creado libre

Del número de agosto de 1987 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


“Dios creó libre al hombre”.Ciencia y Salud‚ pág. 227. ¡Piense en la promesa que encierra esta alentadora declaración de la Sra. Eddy en Ciencia y Salud! Ciertamente‚ la libertad es nuestra por derecho divino. Sin embargo, en la escena humana, a veces parece que estamos atados con cadenas que no podemos romper.

Mucha gente está sujeta a alguna forma de esclavitud. Aunque no se encuentre encerrada en una celda‚ puede que esta gente se encuentre atada por sufrimientos físicos o sea adicta al tabaco‚ al alcohol o a las drogas. Pero el hecho es que todo ser humano es un agente moral libre y no tiene que aceptar ninguna clase de esclavitud. La libertad está al alcance de todos a través de la comprensión del Principio infinito de la libertad‚ Dios‚ y del poder liberador de Su ley.

Aunque parezca contradictorio‚ la obediencia a la ley del Espíritu nos hace libres. El Apóstol Pablo indica el camino en su afirmación tan conmovedora: “La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. Rom. 8:2.

Cristo Jesús vino como el mediador entre Dios y la humanidad‚ el Espíritu y la carne‚ para enseñarnos a vivir como los hijos espirituales de Dios que‚ en realidad‚ somos. El demostró que la espiritualidad y felicidad son el resultado de cumplir la ley de Dios y de rechazar las pretensiones falsas de los cinco sentidos materiales, que representan al hombre como un mortal falible. Como nuestro Mostrador del camino‚ Jesús obedeció los Diez Mandamientos; fue el mensajero divino de las Bienaventuranza que él ejemplificó; oró y escuchó con persistencia la dirección de Dios. En todos los aspectos de su vida‚ fue obediente a la autoridad divina.

Al demostrar la salud perpetua del linaje espiritual de Dios‚ Jesús probó que el hombre está exento de las trabas de creencias y condiciones carnales. Probó la superioridad innata de la humanidad sobre la materia‚ sin recomendar jamás el uso de medicamento alguno. Con una prueba tras otra, guió a sus seguidores al reconocimiento de la total independencia que el hombre tiene de las llamadas sustancias materiales. Su comprensión de la ley divina que gobierna al hombre como la semejanza del Espíritu era tan clara que‚ después de resucitar‚ pudo aparecerse a los discípulos a través de puertas cerradas. Ver Juan 20:19‚ 26.

Pero‚ a pesar de la enseñanza y el ejemplo de Cristo Jesús‚ la humanidad‚ al aferrarse al sentido material y falso de las cosas‚ a menudo ha confundido la libertad con el libertinaje‚ es decir‚ el uso irresponsable de la libertad. Muchas personas han buscado la liberación a través de formas y medios materiales‚ incluso la búsqueda de gratificación física‚ v. gr.‚ drogas‚ alcohol y promiscuidad. El resultado inevitable es un deseo insaciable de obtener una mayor satisfacción física que‚ a menudo‚ conduce a excesos y‚ a veces‚ a la esclavitud total.

Hubo una época en que creí que la libertad era libertinaje. Buscaba la libertad desesperadamente y de la forma equivocada‚ bebiendo demasiado‚ fumando en exceso y practicando el hedonismo. Cuando mi vida parecía estar fuera de control‚ me acordé de una amiga Científica Cristiana cuyo ejemplo siempre había respetado. La llamé‚ y luego de habernos reunido y conversado‚ me sugirió que probara la Ciencia Cristiana. Me dijo que ésta podría hacer que mi vida tomara un rumbo totalmente diferente.

Desesperada‚ seguí su sugerencia y comencé a estudiar la Lección-Sermón‚ cuyas citas se publican en el Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana. En ese entonces‚ mi amiga tenía el cargo de Lectora de una filial de la Iglesia de Cristo‚ Científico‚ y comencé a concurrir a los servicios religiosos.

Desde la primera vez que leí Ciencia y Salud‚ supe que había encontrado lo que siempre había estado buscando, aunque sólo entendía parte de lo que leía. Al menos‚ había obtenido una vislumbre de la libertad que confiere la armonía espiritual.

Poco a poco empecé a comprobar la promesa de Cristo Jesús: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad‚ y la verdad os hará libres”. Juan 8:31‚ 32. Mi apetito por el alcohol desapareció‚ y mi interés en la anterior manera de vivir disminuyó hasta que empecé a pasar mi tiempo estudiando Ciencia Cristiana y con nuevas amistades.

Después de varios meses de estudio‚ de oración y de un esfuerzo sincero por aplicar lo que estaba aprendiendo acerca de la verdad‚ me libré del hábito del alcohol y del cigarrillo. Durante ese tiempo‚ los testimonios que leía todas las semanas en el Christian Science Sentinel me inspiraron mucho. Estos testimonios son enviados por quienes se han liberado de sufrimientos físicos y de otros problemas al lograr comprender‚ en cierta medida‚ la Ciencia del cristianismo.

El esfuerzo del mundo por obtener libertad a través de la búsqueda del placer o de algunas de las formas de evasión‚ sólo conduce a una continua esclavitud. Cuando nos damos cuenta de que podemos liberarnos de tan triste servidumbre y sufrimiento por medio de la obediencia a la ley del Espíritu‚ estamos prontos para tomar posesión de nuestra herencia de libertad.

En Ciencia y Salud leemos: “La esclavitud del hombre no es lícita. Cesará cuando el hombre tome posesión de su legado de libertad‚ su dominio otorgado por Dios sobre los sentidos materiales. Algún día los mortales harán valer propio derecho a la libertad en el nombre de Dios Todopoderoso”.Ciencia y Salud‚ pág. 228.

La libertad es universal. Es un don de Dios‚ que se encuentra al alcance de todos para ser reclamado y aceptado ahora mismo.

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