Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Atesoremos la Iglesia

Del número de enero de 1988 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Con frecuencia, cuando hemos terminado cierta clase de trabajo, es conveniente mirar retrospectivamente y considerar lo que hemos aprendido. Esto es particularmente cierto cuando la tarea que hemos terminado ha sido en servicio de la Iglesia de Cristo, Científico. Nuestro trabajo ha sido exitoso si sinceramente podemos decir que apreciamos, más que nunca, a la Iglesia y al método empleado por la organización con el fin de que la Ciencia Cristiana esté disponible para toda la humanidad.

Ya sea que hayamos terminado un período como Lector en una iglesia filial, cumplido la posición como miembro de un comité, concluido años exitosos como maestro de la Escuela Dominical, o terminado alguna tarea designada por La Iglesia Madre, nuestro creciente aprecio por todo lo que la Iglesia significa para el bienestar de la humanidad, es la mejor recompensa que podamos tener. Tal gratitud y amor muestran que estamos abandonando miras personales egoístas y volviéndonos más considerados en cuanto a las profundas necesidades de otros. Y, ¿no es acaso esto lo que nuestro compromiso con la Iglesia debiera estar haciendo por nosotros?

Puede ser que originalmente nos hayamos afiliado a la Iglesia porque estábamos agradecidos por lo que había hecho por nosotros personalmente al capacitarnos, más plenamente, para comprender y demostrar al Cristo sanador, la Verdad. No obstante, a medida que crecemos espiritualmente, vemos que algo mucho más grande, incluso que nuestro bienestar personal, está en operación. La Iglesia de Cristo, Científico, y sus filiales, existen para ayudar a la gente de todas partes a comprender la totalidad de Dios, el bien divino, y la completa irrealidad de todo mal, de todo aquello que no da testimonio de la perfección y majestad de Dios.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / enero de 1988

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.