Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Solo, en un ascensor abarrotado

Del número de enero de 1988 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Una voz alerta, ligeramente preocupada, me habló por el intercomunicador del ascensor. Era una voz agradable, preguntándome si podía ayudarme. Le sugerí que podía hacer que el ascensor funcionara. Entonces la voz me explicó que se estaba haciendo todo lo posible.

El ascensor se había quedado atascado entre dos pisos. Pero como me encontraba solo, me pareció una buena oportunidad para orar sobre un par de cosas que necesitaban curación. Me senté a hacer buen uso de mi tiempo. Fue interesante descubrir que tenía primero que expulsar a “la multitud” del ascensor. Era la misma multitud con la que había entrado en el ascensor: una multitud de opiniones y especulaciones humanas que se habían estado acumulando en mi pensamiento. ¡Hasta un ascensor vacío puede ser un lugar abarrotado!

Pronto, la inspiración y la perspectiva espirituales volvieron, y pude orar; y luego, el ascensor fue reparado. Pero, después, pensando en la situación aprendí una gran lección. ¡Cuán evidente es que el espíritu o consciencia sanadora no es una mentalidad abarrotada!

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / enero de 1988

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.