Pasé por una experiencia en mi vida que habría dado con gusto todo lo que tenía, o lo que esperaba tener, por liberarme del dolor físico. En mi adolescencia sufrí de constantes dolores de cabeza que eran tan intensos que no podía estar quieto.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!